La actriz Rosa Aguado, nueva Capgròs de l’Any, cuenta en esta entrevista cómo vive sus primeros días de premio y homenaje popular. Aguado explica que este reconocimiento le hacía mucha ilusión y que intentará participar al máximo llevando su figura de cartón-piedra.
¿Cuáles fueron sus sensaciones al ser proclamada Capgròs de l’Any?
Me quedé sorprendida porque no lo esperaba. Todos los candidatos siempre son merecedores de este homenaje popular. Después, cuando ya vi que era una realidad, sentí una ilusión impresionante. Era una distinción que se me resistía. Ya me habían nominado en 2015 y aquel año fue premiado Valentí Grau. Ya no contaba con que algún día volvería a estar en la lista. Y este año, cuando observé que repetía como candidata, pensé que igual tenía más posibilidades. Así ha sido. Ser Capgròs me ha generado una sensación de plenitud.
Y se ofreció a llevar su Capgròs en los actos de esta Festa Major.
Hice la propuesta en seguida. Yo quería bailar en él el domingo porque me hacía mucha ilusión. Ensayé un poco y allí estuve. Y también volveré el 13 de julio en la fiesta de aniversario de Minyons.
¿Cómo fue la experiencia?
Muy bien. Fue muy especial. Pensaba que sería más complicado, especialmente por el calor pero, al final, me defendí. Los materiales que se utilizan ahora son muy ligeros y facilita las cosas.
¿Es fiel espectadora del Capgròs?
Sí, es uno de los actos de Festa Major que me gusta y he asistido a casi todas las ediciones. Es un acto muy popular, muy arraigado a la Festa Major y a la ciudad. Es el homenaje de la gente de la calle.
El premio reconoce la trayectoria personal, en su caso su implicación con el teatro y la cultura
Sí y continuaré con esta labor hasta que no pueda porque disfruto mucho con mucha profesión de actriz.
Y en femenino. En las casi cuarenta ediciones de Capgròs, desde 1982, solo hay ocho mujeres
No hay que buscar motivos relacionados con el género aunque si que pueda haber influido el hecho de que los hombres ostentan más posición. En este caso creo que es porque en la lista de candidatos figuraban pocas mujeres. Pero, vaya, hay muchas féminas meritorias de este homenaje, de este honor, y esperamos reequilibrar la lista.
¿Cómo se inició en el teatro?
Era jovencita. A los 19 años entré en la Societat Coral de la calle de Pantà para seguir después con el Elenc Artístic del Social y fundar más tarde la escuela Acció Teatre. Y he compaginado desde siempre esta tarea con la de actriz y doblaje. Uno de los trabajos que hacemos es la dinamización de visitas al patrimonio y en Terrassa hemos realizado varias acciones en edificios tan emblemáticos como el Castell Cartoixa de Vallparadís, la Casa Museu Alegre de Sagrera, la Masia Freixa…
¿Con qué personaje del patrimonio ha disfrutado más?
Con Blanca de Centelles, que fue propietaria del Castell Cartoixa de Vallparadís y residió en él hasta su muerte, en 1349. Fue una mujer interesante. Fue muy valiente, luchadora… Interpertarla me impregnó.
¿Le gusta dar vida a personajes clásicos?
Me atrae el texto, la historia, y los personajes que la defienden. Me lo paso muy bien con Brecht, Lorca pero también con comedias, con musicales y el cabaret. Reconozco que el personaje de "Yerma" de Lorca me cautivó; me dejé la piel. Y me gustaría mucho trabajar con directores muy potentes como Oriol Broggi y Sergi Belbel.
¿Por qué eligió esta profesión?
Yo iba para Bellas Artes pero me fui a Arte Dramático. Lo acerté. El teatro es mi vida. Me apasiona vivir en la carne de otras mujeres.