La Festa Major acogió el espectáculo teatral por excelencia en el Centre Cultural Terrassa. Fue, como siempre, el lunes, a las nueve de la noche. En esta ocasión, la cita era con “Pel davant i pel darrera”, una de las piezas del autor inglés Michael Fryan más representadas en el mundo. La obra es una comedia en toda regla y el público que llenó el aforo salió bastante satisfecho. Hubo cascada de aplausos y algún que otro bravo para premiar casi dos horas de función donde actores y actrices lo dieron todo.
“Pel davant i pel darrera” tiene un largo recorrido, tanto como en ediciones de Capgròs de l’Any en Terrassa. La obra se estrenó en 1982 en Londres (ese año, el primer Capgròs fue Jordi Labòria, entonces concejal de Cultura) y desde entonces se ha traducido en 28 idiomas y se ha presentado en 50 países. El actor y director de El Tricicle, Paco Mir, fue quién se interesó por la comedia de Frayn para representarla aquí. La primera versión en catalán se estrenó en 1985 en Barcelona. El éxito fue tan rotundo que después de aquella fecha se han estrenado cuatro más. La última fue en noviembre de 2018 y es la que llegó este lunes a Terrassa. ¿Qué ingredientes tiene esta comedia? Pues, los esenciales de este género. Léase una historia con personajes próximos que viven situaciones de mucha confusión por lo que toda ella va derivando hacia lo más surrealista, hacia el “delirium tremens”.
El punto de partida es el de una compañía de actores que ensayan el vodevil “¿Me enseñas la sardina?”, un título que, de entrada, ya no promete mucho. Tras el trabajo, llega el estreno y conocemos a los actores entre bastidores. Y tras las dos secuencias, llega el colofón final en el que los actores y actores del vodevil mezclan ficción y realidad sin más.
La obra de Frayn se inspira en la fórmula de teatro dentro del teatro y da un buen resultado porque provoca muchos malentendidos. Y, además, inserta unos personajes muy a ras de suelo pero todos capaces de reírse de si mismos. Son personajes que se enfrentan al reto de cumplir su sueño, el de ser actor, con un director que se aprecia exigente.
“Pel davant i pel darrera” también nos enseña la otra cara de la moneda. Lo qué pasa entre bastidores. La función ya va pero en las entradas y salidas, los actores se refugian tras las bambalinas. Aquí la cosa no tiene desperdicio. Afloran las emociones y las frustraciones y, especialmente, los típicos líos amorosos, los del director con las actrices. Y las rencillas entre los miembros de la compañía que, como en todos los sectores, también las hay.
Trabajo interpretativo
La comedia que Paco Mir recupera de vez en cuando sigue funcionando, sobre todo porque se dota de un elenco de actores que defienden la obra con mucha profesionalidad y se dejan la piel sobre el escenario. El texto no es gran cosa pero se suple con el trabajo interpretativo.
En esta quinta producción, el grupo cuenta de nuevo con caras conocidas de la comedia como Lloll Bertran, Carme Pla y Àgnès Busquets; y Miquel Sitjar (el único que repite), Lluís Villanueva y el venerable Xavier Serrat. Recae buena parte de la comedia en la pareja Busquets-Sitjar y Pla-Villanueva. Todos sacan muy buena nota. Sitjar y Villanueva confirmaron su capacidad de meterse en la piel de cómicos y dramáticos al mismo tiempo. Mir ha vuelto a dar con la diana y también el director, Alexander Herold, que dirigió la primera versión en aquel lejano 1985 para el Condal de Barcelona. Los clásicos resisten en el tiempo.