Terrassa

Oques Grasses llevó sus sonidos tropicales a la carpa de Vallparadís

Plantados sobre el escenario, hieráticos, calcando la carátula de su último disco, “Fans del sol”. Pasaban unos minutos de las 9 de la noche del domingo cuando los integrantes de Oques Grasses cumplieron el ritual de sellar la foto, para segundos después entregarse a un concierto multitudinario de dos horas en la carpa de Vallparadís. Con diferencia, el recital más concurrido de la Festa Major.

Los de Osona no defraudaron a su público, que desde antes de las 9 de la noche inundaba literalmente el Torrent de la Font de la Sagrera. Eran jóvenes, muchos fans de otras localidades que acudieron a Terrassa para seguir el directo del grupo, y parejas con niños pequeños entregados, padres e hijos por igual, a un recital fiestero y verbenero.

El grupo no ocultó su sorpresa por la magnitud de la respuesta. “Uauuuu. Me parece que ha venido todo el mundo…” bromeó Josep Montero, el vocalista y letrista del grupo, que presentó en Terrassa su último álbum, “Fans del Sol”, junto a los éxitos de sus anteriores trabajos, en especial “You Poni”,editado en 2016.

Oques Grasses vuelve a los escenarios después de tres largos años de gestación musical. Regresa más maduro, con un sonido impecable, un directo potente y sin perder la esencia de su estilo, a base de sonidos reggae, tropicales, y letras trabajadas que se pasean por la vida misma.

Durante más de sesenta minutos, por el escenario de la carpa de Vallparadís transitaron temas de “Fans del sol” como “Serem Ocells”, “Bancals”, la funky “Sta guai”, “John Brown” o “Cresta”, esta última al grito colectivo del estribillo “jelou, jelou, jelou again!”. También éxitos anteriores, entre los más aclamados “Fullar sempre”, de “You Poni”.

Bailar, saltar, cantar…
La noche del domingo durante el concierto, en la carpa de Vallparadís la ola de calor se esfumó por completo. El termómetro superaba los 30 grados a las nueve, pero en el Torrent de la Front de la Sagrera tocaba bailar, saltar, cantar todas y cada una de las letras y compartir la fiesta.

El público empatizó en todo momento con el grupo, en especial con Montero, que tomó las riendas del concierto y en un momento de euforia no dudó en emular a Fredy Mercuri en Wembley, retando a la audiencia a replicar sus notas musicales. Entregados, los fans entonaron a la perfección y la banda lo agradeció.

También hubo momento para el juego. El grupo logró que el público cantara el “per molts anys” a uno de los músicos que supuestamente cumplía años, para confesar después que no era el caso. No se entendió mucho la broma, pero no importó la más mínimo.

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