A pleno sol de 35 grados, superando un calor asfixiante, todos los sudores posibles, cierta escasez de público, y algún derrumbe físico y emocional, las collas locales demostraron el domingo su buen temple, su preparación, su capacidad de concentración y su indomable ambición castellera, y consiguieron una gran exhibición de Festa Major. Minyons de Terrassa se convirtieron en la primera colla que este año descarga dos castells de gama extra, el dos de nou amb folre i manilles y el pilar de vuit amb folre i manilles, asimismo el primero que esta temporada se lleva a plaza. Y Castellers de Terrassa, en ejecuciones solventes, hicieron su primera “clásica” del 2019 descargando el quatre de vuit, el tres de vuit -inédito este año- y el dos de set. Un montón de éxitos.
Tras los pilars de quatre caminats con que entraron en el Raval, y un inesperado bailoteo de Minyons, Castellers de Terrassa abrían a las 12.45 de la tarde la primera ronda con un quatre de vuit que perdió un poco de cuadratura pero que consiguieron descargar sin dificultad.
Inicios poco afortunados
Minyons desmontaron una vez antes de que sonaran las grallas de un quatre de nou amb folre que comenzó a temblar muy pronto y demasiado en los pisos de terços i quarts y que, una vez hecha la aleta, hizo llenya y decepción. Si solo habían conseguido cargar un castell ya descargado en mayo, los dos inéditos planteados como grandes objetivos del día parecieron en ese momento poco más que utópicos para la mayoría de presentes. O para quién no conozca realmente a Minyons de Terrassa. Para mas inri, la colla invitada, Joves Xiquets de Valls, descargó un tres de nou amb folre absolutamente perfecto.
Los blauturquesa comenzaron a la una y 37 minutos a levantar un tres de vuit en el que habían nervios, que desarrollaron lentamente y a consciencia, con algún momento de dificultad, pero que acabaron apuntándoselo sin excesivas complicaciones. La colla de la calle de Pasteur ya tenían el tres de vuit y no quisieron arriesgarse intentando la torre de vuit amb folra en la tercera ronda. Pero a cambio vimos un dos de set desarrollado con celeridad y auténtico virtuosismo, que cerró una actuación blauturquesa impecable y que profetiza importantes pasos tras el verano.
Para sorpresa de todos, en la segunda ronda se vio que Minyons mantenían el programa original, y a la 1.50 comenzaban a montar el dos de nou amb folre i manilles. Una y otra perfectamente encajadas, firme así el tronc, con lo que se pudo revertir la pérdida de equilibro a la salida de dosos. Medidas mantenidas durante todo el ascenso, y primera torre de nou descargada, y euforia malva.
Para la tercera ronda, Minyons optaron por el tres de nou amb folre, del que este año ya llevaban cinco descargados (el último, el día anterior, en los castells de vigilia). Y paradódicamente, volvieron a tener con él, con este otro básico de nou más problemas que con los inéditos y más difíciles. Sufrió un intento desmontado (las grallas ya habían sonado, por lo que se consideró como tal) ya con los sisens colocados, a causa de una sacudida desequilibrada y aviesa. Pero en la ronda de repetición, a las dos y 47 minutos de la tarde, el tres de nou se completaba impecable.
Silencio y expectación
Quedaba ya poco público en el Raval, y el calor era realmente mareante, cuando, a las tres y cuarto de la tarde, los malva (que dejaron a la Joves hacer antes su pilar, para descansar un poco más) atacaban el castell estrella de la jornada: el pilar de vuit amb folre i manilles. Cuando éstas estuvieron montadas, se hizo un silencio absoluto en el Raval. Sopló en ese momento una brisa cálida y todos los presentes estaban con el corazón en un puño. Pero el folre y las manilles estaban perfectamente trabados, todos sus miembros firmes en su sitio, y los “pilaners” hacía arriba, y vemos la aleta. El descenso fue duro, y en el momento del cuarto piso pareció que no iba a ser, pero el espíritu de Minyons era dar el máximo esfuerzo para apuntarse “el rei dels espadats” más prematuro de la historia de los castells, y lo consiguieron. Le siguió largos minutos de gritos de euforia, brazos en alto y gritos de “!Minyons, Minyons!”.
Joves Xiquets de Valls también brillaron. En segunda ronda estrenaron el quatre de vuit amb l’agulla, en la tercera descargaron el tres de vuit amb l’agulla, y su pilar fue de set, todo sin excesivo esfuerzo.
La exhibición finalizaría con los pilars al balcó, en los que Castellers de Terrassa, por vez primera, tuvo como “recepcionitas” a tres mujeres. Y nada más tenerla le pasaron la anxaneta al alcalde Jordi Ballart, que se la puso en brazos.