Con zancada larga y pisada fuerte, vestida de rojo de la cabeza a los pies y recitando rimas plagadas de mensajes feministas, Mala Rodríguez se presentó el sábado en el Parc dels Catalans exhibiendo fuerza y poderío. Su público, entregado, siguió entusiasmado un espectáculo que hizo un repaso por temas ya clásicos de la jerezana y sonidos recientes.
No dejó indiferente. Su imponente presencia escénica se hacía notar incluso detrás del humo rosáceo con el que se presentó a Terrassa. La rapera gaditana Mala Rodríguez empezó encandilando a los egarenses con el que seguramente es el mayor éxito de su carrera, “Tengo un trato”. El tema, uno de los más representativos de la cantante, fue incluido en la lista de canciones preferidas del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en el verano de 2015.
Marcando de dónde viene, La Mala continuó, puños en alto, con el tema “Quién manda”, donde reflexiona sobre el poder que quiere imponer el hombre y la grandeza de la naturaleza. “Cuando tú me apagas”, también de su disco “Bruja”, de 2013, donde el rap se combina con toques de música electrónica. El show desprendía carácter, como ella.
Sofocar el calor
Acompañada de cuatro bailarinas, que junto a La Mala pusieron es escena coreografías perfectamente sincronizadas, la rapera entonó “Mátale”. Empuñando ella una pistola y con voluminosas metralletras las bailarinas, apuntaron al público. Justo después de preguntar “¿Hace calor?”, utilizaron sus armas para rociar a los asistentes con agua, que respondieron más que agradecidos al gesto.
No fue la única vez que Mala Rodríguez interactuó con el público. El concierto del sábado por la noche estuvo repleto de alusiones e incluso “cameos”. Ella pide y el público responde. “¿Dónde están mis mujeres?”, preguntó la gaditana. Y una quincena de chicas salieron de detrás del escenario para bailar entusiasmadas con ella mientras sonaba “Tambalea”, un tema donde no paró de hacer apelaciones a los espectadores, que la siguieron con gusto. Se notaba que la admiraban y la seguían. No paraban de corear su nombre y cantar gran parte de sus canciones.
Otro momento de éxtasis con el público fue cuando interpretó “Aguante”, una canción que según la misma artista es un “himno de liberación para las mujeres” que habla de empoderamiento femenino y grita, precisamente, que dejen de aguantar: “Me dice que aguante, y no me la gana, yo vine a llevármelo todo por delante”.
En el recital, de poco más de una hora, no faltaron otros temas como “Agnus Dei”, Por la noche” (muy seguida por el público), “Contigo” o “Nanai”, entre otros. Ana María Rodríguez Garrido, La Mala, gustó. Su quejío, su rap con alma flamenca, fusionado a veces con la electrónica y otras con reggaeton, hizo vibrar a los asistentes en el Parc del Catalans.