La verbena de Sant Joan en Catalunya, sin petardos, no se entiende. Se calcula que los catalanes gastaremos unos cuatro millones de euros en la compra de estos artefactos pirotécnicos. Una cifra importante que, sin embargo, no sólo no supone un incremento respecto al año pasado, si no que, al revés, significa un claro descenso de entre un 20 y una 30 por ciento respecto a las ventas de 2018. Como es habitual, el Ayuntamiento de Terrassa pide prudencia a la ciudadanía y, en un bando dictado por el alcalde Jordi Ballart, se recuerda que no se puede encender fuego ni tirar petardos a menos de 15 metros del mobiliario urbano, de las plantas y de los árboles.
El consistorio egarense apela también a la prudencia, especialmente en las plazas públicas y parques en los que hay vegetación, haciendo hincapié en el Parc de Vallparadís. Se han autorizado 25 puntos de venta de petardos, de los cuales, 10, son establecimientos y comercios que gozan de permiso municipal para vender estos productos pirotécnicos. Los 15 puntos restantes son instalaciones temporales que se sitúan en la vía pública con motivo de la celebración de esta verbena popular.
Las recomendaciones
Desde el Ayuntamiento egarense se realizan una serie de recomendaciones como no guardar ninguno de estos artículos en los bolsillos, no tirar cohetes cogiéndolos con la mano, no introducir petardos en botellas o en ladrillos o no tirar petardos a las personas ni dentro de las viviendas. También se insta a que, en caso de que alguno de los artefactos pirotécnicos no explote, no encenderlo de inmediato y, lo mejor, es remojarlo enseguida.
Se calcula que cada familia se gastará entre 30 euros y 40 euros en petardos y similares para esta verbena. Y en cuanto a la oferta, llegan al mercado en este 2019 cerca de 300 artículos diferentes, siendo los más populares las bengalas, los truenos y los cohetes. También tienen mucha aceptación, sobre todo para los más pequeños de la casa, lo que se conoce como bombeta o cebolleta, un tipo de artículo de colores muy sencillo y de poco riesgo, que explota al lanzarlo al suelo.
El hecho de que los escolares finalicen el curso lectivo muy cerca de la celebración de esta verbena ralentiza cada año la intensidad de la venta de estos productos que, habitualmente, se suelen realizar muy a última hora. En esta ocasión, las ventas también han ido en aumento al acercarse la verbena y las compras han ido de menos a más.
El panorama en cuanto a la oferta de petardos y otros artículos relacionados con la pirotecnia han ido variando con el paso de los últimos años. Aunque los artículos ruidosos siguen teniendo una gran aceptación, ahora llegan al mercado otros tipos de productos en los que la luz adquiere un poco más de protagonismo.
La luz y el color van ganando terreno a los petardos o artículos que se basan, única y exclusivamente, en el ruido. Surtidores y fuentes se están introduciendo en las preferencias de los usuarios.
Algunos de los aspectos que hay que tener muy en cuenta a la hora de comprar estos productos son las categorías en las que se clasifican, que van en función de la edad de la persona que los ha de usar y la potencia del explosivo. También es vital respetar las normas de utilización que especifica cada tipo de artículo de pirotecnia.