Algunos vecinos se echaban las manos a la cabeza cuando, el jueves, vieron un coche correr a toda pastilla por la calle de Girona con un furgón, se presumía que de la policía, detrás. Al final lo pillaron, lo encerraron en la Rambla de Francesc Macià. El conductor acabó detenido: no tenía seguro ni había pasado la ITV, ni disponía de carné en vigor. Por si faltaba poco, dio positivo de alcoholemia.
La persecución empezó a las ocho de la tarde. Un coche patrulla de la Policía Municipal circulaba por Sant Pere Nord. Fue el conductor del vehículo infractor el que se puso en evidencia con una huida a lo grande. Nada más percatarse de la presencia de los agentes, el coche se dio a la fuga a gran velocidad. Y la dotación policial lo siguió. Decenas de transeúntes vieron la persecución. "Un coche giró por la calle del Doctor Calsina hacia la calle de Girona a toda velocidad, cerrándose en la curva, y una furgoneta iba detrás de él", contó ayer un testigo.
Los viandantes se quedaron estupefactos con la celeridad, con el chirriar de ruedas, con los volantazos. El vehículo fugitivo puso en peligro al resto de usuarios de la vía, asegura la Policía Municipal. "Lo cercaron entre varios coches de policía en la esquina de la Rambla de Francesc Macià con la calle del Consell de Cent", explicó un testimonio. Los agentes rodearon al infractor y le pidieron la documentación para identificarlo.
Sin carné
No tardaron en comprobar que el coche carecía del seguro obligatorio y no había pasado la ITV. Y supieron, al contrastar la información con los archivos policiales, que el sospechoso tenía retirado el permiso de conducir. Tuvo que soplar y sí, dio positivo en la prueba de alcoholemia, con una tasa de 0,36 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.
Los agentes lo detuvieron por delitos contra la seguridad del tráfico y le cursaron una denuncia administrativa por las infracciones cometidas en la alocada huida. El vehículo fue inmovilizado.