El portavoz de la CUP, Marc Medina, lamentó ayer que el pleno del mandato que arranca hoy con la constitución del nuevo Ayuntamiento se quede "sin oposición a la izquierda del gobierno" tras el pacto sellado entre Tot per Terrassa y ERC-MES.
Medina, que mostró su solidaridad con "las compañeras de Terrassa en Comú", que también han perdido su representación en la institución, afirmó que harán oposición desde la calle. "Seguiremos trabajando a pie de calle con entidades y asociaciones que luchan para transformar la ciudad más allá de lo que pasa en las instituciones", insistió.
El portavoz de la formación anticapitalista ve "positivo" que el PSC deje de gobernar la ciudad después de 40 años, pero no quiso pasar por alto la "curiosidad" que supone que el cambio venga de la mano de Jordi Ballart, quien ha sido alcalde durante cinco años y ha formado parte del gobierno local durante 12 años en las filas del PSC. La CUP está expectante ante la alianza política entre Tot per Terrassa y ERC. "Más allá de la retórica del cambio, Terrassa necesita un cambio real que ponga a las personas en el centro de la política", afirmó Medina. Es necesario "materializar" en propuestas concretas lo que ahora solo es "buena voluntad", añadió.
Periodo de reflexión
Quien fuera alcaldable por la CUP en las recientes elecciones municipales hizo también autocrítica. No dudó en reconocer que aspiraban a "consolidar y aumentar" su representación en el Ayuntamiento después de cuatro años de "mucho trabajo". Aunque los apoyos a la CUP han bajado en las grandes áreas urbanas, Medina también admitió: "No hemos sido capaces de explicar suficientemente bien el trabajo hecho y el conjunto de propuestas del programa electoral".
En las próximas semanas, el partido iniciará un "proceso de reflexión" en el que esperan contar con una amplia representación de las entidades del espectro independentista y anticapitalista de la ciudad. De ahí saldrá la estrategia política para los próximos meses.