El verano está a la vuelta de la esquina, pero la alerta por máximo riesgo de incendio forestal empezará mañana. Al menos, mañana el Ayuntamiento activará su campaña de prevención, que acabará el próximo 15 de septiembre si la situación es ordinaria. Si es extraordinaria, en cuanto ambiente seco, se podría prorrogar. Ya no se podrá hacer fuego en el bosque. Hoy mismo, la Diputació de Barcelona pone en marcha su plan de información y vigilancia (PVI), que incluye el trabajo de informadores para concienciar a usuarios de, entre otros ámbitos, el Parc Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac.
Un bando del alcalde recuerda que durante los próximos tres meses está prohibido hacer fuego en el bosque. También lanzar pirotecnia y verter basuras, escombros, restos vegetales o industriales que puedan iniciar o propagar un incendio. Y fumar. El bando también limita la circulación de vehículos por pistas y caminos forestales, y establece que las áreas recreativas tengan una franja de protección de veinticinco metros a su alrededor y una red de hidrantes.
Las zonas de acceso a las urbanizaciones ubicadas en terreno forestal deben estar limpias de vegetación y disponer de bocas de incendio separadas entre sí, como mucho, por cuatrocientos metros. El documento municipal insta a las empresas de líneas eléctricas aéreas que mantengan limpias sus áreas de influencia. Lo mismo sirve para titulares de carreteras y autopistas.
El Consistorio recoge en un plan de prevención de incendios forestales las acciones a llevar a cabo en los bosques: el mantenimiento de caminos de la red básica de vigilancia y los puntos de agua, entre otras. El papel municipal se desarrolla sobre todo en tres líneas de actuación: la construcción y mantenimiento de infraestructuras para facilitar el trabajo de emergencias, el apoyo al personal de vigilancia y la sensibilización a la población. Este año se arreglarán once caminos (deben tener una amplitud mínima de 3,5 metros) y se mejorará un punto de agua ubicado en Can Guitard de la Muntanya.
La Diputació, con quien colabora el Ayuntamiento a través de su servicio de Protección Civil, financia el 80 por ciento de las obras, que cuestan 21.120,50 euros y adecuarán 12,25 kilómetros de caminos. En el 2018 y el 2019 se habrán destinado 45.769,50 euros a estos arreglos de senderos.
Hace casi dos décadas que el organismo provincial extendió a casi todos los municipios de la provincia el PVI contra incendios forestales que había implantado en 1996 en el Alt Penedès. Hoy lo activa para la campaña del 2019. Colaboran 269 ayuntamientos y 124 agrupaciones de defensa forestal, de voluntarios, y casi 260 personas integran el dispositivo, centrado en la vigilancia y en la información a los usuarios de zonas boscosas.
El plan de información y vigilancia estará en vigor hasta el próximo 30 de agosto, pero la Diputació tiene en cuenta la posibilidad de prorrogarlo de manera excepcional "en caso de que se den condiciones meteorológicas de sequía extrema y sin previsiones de lluvia para finales de agosto". El PVI incluye acciones informativas, disuasivas y "de anticipación", según la Diputació de Barcelona. El dispositivo que se inicia hoy está dirigido a los miles de usuarios de la superficie forestal barcelonesa, de 475.502 hectáreas, "ante conductas de riesgo por peligro de incendio".
El personal del plan del 2019 para espacios naturales lo componen 259 personas: de ellas, 38 son guardas, vigilantes, situados en dieciocho puntos de vigilancia fija, y 182 son informadores en vehículo que recorrerán 91 rutas. Hay 33 operadores de telecomunicaciones y seis responsables de control. Un informador hará la ruta de la zona Norte de Terrassa, compartida con Matadepera. Otro, la Sur, compartida con Sant Quirze y Rubí. Los informadores explican a los excursionistas las medidas de prevención de incendios y los disuaden de cometer infracciones, pero también tienen como cometido detectar columnas de humo. Este grupo, que se mueve en vehículos todoterreno en una zona asignada durante un horario determinado, está en contacto permanente con su centro de control mediante radiotelefonía. Cada unidad tiene dos informadores que se alternan cada cuatro o cinco días.
Los centinelas se dedican a la vigilancia y para cada punto de control se ha contratado a dos personas que trabajan cuatro o cinco días seguidos, con otros tantos de descanso. Los datos y avisos facilitados por los vigilantes y los informadores los recogen los operadores de comunicaciones, que derivan la información a donde pertoca. Trabajan en turnos, en los centros de control, y llevan a cabo también tareas de apoyo logístico (gestión de material, por ejemplo) y otras técnicas y de seguimiento. Los responsables de control se comunican con el centro del PVI, los ayuntamientos y las agrupaciones de voluntarios, en Terrassa integrados en la ADF. Este año la agrupación egarense dispondrá de cuarenta voluntarios, que vigilarán los bosques, revisarán el estado de los caminos, desbrozarán los entornos de balsas y controlarán prácticas ilegales como los vertidos.
El PVI se coordinará con servicios de emergencias mediante protocolos de relación continuada, amén de las reuniones periódicas pautadas. El operativo compartirá información con Bombers: los responsables del plan dan aviso inmediato al cuerpo de emergencias acerca de las columnas de humo y las igniciones, y confirman las alertas. Miembros del operativo acompañan a los bomberos en recorridos. Similar relación tienen con el cuerpo de agentes rurales y con las policías y las ADF.
Las primeras semanas de la campaña son muy importantes en lo que respecta a la prevención porque, según la Diputació, la población no tiene del todo asumida la percepción del riesgo. Por eso en las próximas semanas se hará hincapié en la información activa a los usuarios de los bosques. La presencia del personal del plan servirá también de elemento disuasorio. El organismo provincial afirma que ese trabajo informativo consigue consecuencias positivas en la concienciación ciudadana.
El máximo peligro de incendios forestal se concentra en la franja horaria comprendida entre las 12.30 del mediodía y las 7.30 de la tarde, y ese es el horario que cubre el plan de vigilancia, todos los días de la semana. El Parc Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac es uno de los espacios naturales protegidos con la vigilancia. Habrá controles en los términos de Terrassa, Rubí, Matadepera, Rellinars, Vacarisses, Ullastrell, Viladecavalls, Castellbisbal, Castellar, Sant Quirze y Sabadell.