El hombre acusado de apuñalar a dos menores el sábado en Can Boada del Pi está en libertad con cargos, pero sujeto a órdenes de alejamiento respecto de las víctimas, según fuentes próximas a la investigación.
Al imputado, de 41 años, se le atribuían en las diligencias iniciales delitos de homicidio en grado de tentativa y lesiones, dada la gravedad del ataque con arma blanca. Los hechos tuvieron lugar el sábado por la noche, a eso de las 11.30, en los alrededores de un bar en la avenida de Can Boada del Pi.
El barrio estaba de fiesta mayor y, según las primeras informaciones, el agresor circulaba en coche y quiso entrar en una zona con aglomeración de gente. Y le afearon su intención. Enojado, se marchó, para regresar minutos después. Esta vez, iba armado. Portaba un cuchillo y un martillo.
No consta que usase lo segundo, pero sí lo primero y, según los mossos, con intención homicida, pues apuñaló a dos menores, uno de 15 años, otro de 17. Un chico sufrió una herida en el pecho. Otro tenía cortes en un brazo.
El agresor echó a correr, pero varios testigos impidieron su huida. El acusado también resultó herido; al parecer, recibió unos cuantos golpes durante la retención.
Llegaron unidades de los Mossos d’Esquadra, que calmaron los ánimos exaltados y detuvieron al sospechoso, un terrassense, de nacionalidad española, hasta el momento carente de antecedentes. Los agentes encontraron el martillo, pero no el arma blanca.
El lunes, el detenido pasó a disposición del juzgado de guardia. Las diligencias policiales hablaban de intento de homicidio. El imputado salió del Palacio de Justicia en situación de libertad provisional, pero con medidas cautelares, con una orden de prohibición de aproximación a las víctimas. Aún quedaban manchas de sangre en el suelo en Can Boada del Pi.
