El sábado fue el día fuerte de la fiesta mayor del Segle XX, en el que se concentraron algunas de las actividades que mejor acogida tuvieron entre los vecinos.
Entre ellas, la exhibición de zumba, la sesión de henna, que como alternativa al tatuaje tiñó la piel con dibujos creativos de numerosas personas, así como los talleres infantiles.
Además, el programa cumplió con una izada de globos solidarios que una vez más dio cuenta del perfil altruista de los vecinos del Segle XX . Después, una chocolatada popular remató de forma festiva una tarde completa de actividades.
El grupo Ministrils del Raval fue el encargado de firmar el fin de fiesta el domingo con un recital de música tradicional catalana que sacó a bailar a varias generaciones de vecinos dibujando círculos en la plaza.