Las garrapatas se paseaban a sus anchas por casas colindantes. Era perentorio actuar desde el Ayuntamiento. Ayer fue el día. La Policía Municipal desplegó un operativo, en coordinación con el área de Protección de la Salud, para entrar en una casa de Sant Pere Nord y sacar de allí a cinco perros en estado de abandono, desnutridos. Había problemas graves de insalubridad.
El inmueble, de planta baja y dos plantas superiores, está en la calle del Pintor Borrassà. La Policía Municipal estaba al corriente de las condiciones de los canes desde hacía tiempo, unos cinco años. El morador, responsable de los animales, había sido requerido por el Ayuntamiento en varias ocasiones. Llegó a tener trece canes, según testigos, pero se avino poco a poco a desprenderse de algunos.
"Ah, esos serán los perros que oíamos ladrar tanto", comentaba un vecino cuando, a media mañana, supo el porqué de aquel dispositivo. Cinco coches patrulla de la Policía Municipal se presentaron en la esquina de la calle del Pintor Borrassà con la de Girona. Llegó un inspector de Salud. La policía aguardaba autorización judicial para entrar en el domicilio.
El morador no abría la puerta. Los agentes habían visitado la zona el día de antes, el jueves, para sustanciar aún más, si cabe, el abultado expediente abierto tiempo atrás. Grabaron imágenes de perros escuálidos, y de garrapatas deambulando por viviendas contiguas. Y comprobaron el hedor que emanaba de la casa en cuestión, la que estaban obligados a inspeccionar.
Llamaron a los bomberos por si debían ser ellos los que derribasen la puerta, en la que una madera había sustituido un vidrio roto.
Al centro de atención
Al final, el hombre colaboró. Abrió la puerta y dejó entrar a los agentes, ataviados con trajes especiales de protección, y a unidades sanitarias. En diez minutos, entre las 12.25 del mediodía y las 12.35, los operarios sacaron los canes y los trasladaron al centro de atención de animales domésticos (CAAD) para lavarlos y desparasitarlos, y para que unos veterinarios los revisasen. Y para alimentarlos.
Con el informe veterinario y el expediente policial se resolverá qué medidas se emprenden y qué diligencias se incoan.