El investigador Pablo Amil, del grupo en Dinámica no Lineal, Óptica no Lineal y Lasers (Dnoll) del campus de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), ha creado un modelo objectivo que establece los diferentes grados de apertura del ángulo iridocorneal del ojo, un elemento clave para establecer el grado de gravedad del glaucoma.
El modelo beneficiará al oftalmólogo, que contará con una herramienta para ayudar al paciente a decidirse por una intervención quirúrgica. El método se ha desarrollado en el marco del proyecto europeo BeOptical y se ha publicado este año en "Scientific Reports" de la revista "Nature".
El glaucoma es la primera causa de ceguera irreversible en el mundo. Consiste en la degeneración del nervio óptico y en la pérdida progresiva de la visión periférica. El empeoramiento se produce a causa de una excesiva presión ocular que ocasiona cambios en el ángulo iridiocorneal.
Para tratar esta enfermedad, el oftalmólogo establece un diagnóstico y aconseja al paciente pasar o no por el quirófano. Sin embargo, la decisión final es del paciente, quien decide operarse exclusivamente en función del consejo del médico. Ahora, el investigador Pablo Amil, en colaboración con Ulrich Parlitz, investigador del Max Plank Institute for Dymanics and Self-Organization y del Institut de Microcirugía Ocular (IMO) de Barcelona ha creado una herramienta que mostrará de manera objetiva en los pacientes el grado de gravedad del glaucoma que padecen y los ayudará a tomar la decisión de operarse.
La UPC subraya que se trata del primer mapa tomográfico (mapa de imágenes por secciones) de diagnóstico del glaucoma que consta de mil imágenes del ángulo iridocorneal tomadas con la técnica OCT (Ocular Coherence Tomography) y ordenadas sobre un plano, de manera que el paciente puede ubicar muy fácilmente el estado de su ojo en la zona de inglés más cerrados (la más grave) y la zona de ángulos más abiertos (la más leve).
Valoraciones
Según explica Pablo Amil, "a la hora de hacer un diagnóstico , el oftalmólogo cuenta con una única imagen tomográfica del ojo del paciente que muestra el ángulo iridocorneal. Si el ángulo está muy cerrado, el drenaje del fluido interno del ojo se obstaculiza y la presión del ojo aumenta. Normalmente, el diagnóstico del médico siempre es bastante preciso, pero el paciente no cuenta con otros elementos comparativos por decidir si se opera. Mi trabajo permite a los pacientes comparar de manera sencilla y objetiva, a través de un mapa de imágenes, el nivel de gravedad de su patología y ayudarlos a decidir si se operan".
Pablo Amil ha creado el primer mapa tomográfico de diagnosis del glaucoma con un algoritmo de inteligencia artificial al que ha sometido las mil imágenes de los ángulos de apertura iridocorneal. Posteriormente, las ha ordenado y las ha distribuido en un mismo mapa en zonas ordenadas por la gravedad (my graves, graves y leves) y ha comparado esta distribución con 160 diagnósticos realizados por oftalmólogos. El resultado de la correlación es prácticamente igual entre el mapa creado por Amil y el grado de gravedad diagnosticado por el oftalmólogo.