Tot per Terrassa cosechó el domingo una victoria total en la ciudad, al estilo de los grandes éxitos socialistas, pero más transversal. La formación liderada por Jordi Ballart, que gobernará Terrassa con el apoyo de casi 28 mil electores, fue la opción política más votada en 29 de los 34 barrios y en el resto fue la segunda, a pocas papeletas de erigirse también en ganadora. Sólo 255 votos separaron el domingo al ex alcalde de Terrassa de cantar bingo.
La victoria electoral de Jordi Ballart tiñe todo el mapa de la ciudad. El Partit dels Socialistes solo conserva la hegemonía en el Pla del Bonaire, Sant Llorenç, Can Parellada, Guadalhorce y Can Palet II, feudos socialistas donde Tot per Terrassa fue el domingo la segunda fuerza más votada, a escasa distancia del PSC. En el Antic Poble de Sant Pere ganó la candidatura de ERC-MES, seguida también de la formación de Ballart.
Penetración total
El análisis territorial de las elecciones municipales del domingo revela que el proyecto político del ex alcalde de Terrassa ha calado en el centro y en la periferia, en los barrios tradicionalmente independentistas y en los feudos socialistas. La penetración de la propuesta ha sido total, especialmente en los sectores más poblados.
Es el caso de puntos tradicionalmente soberanistas como el Centre, Ca N’Aurell, Sant Pere o Segle XX, donde sumó casi 8 mil votos. También en sectores populares donde el socialismo ha cimentado sus victorias hasta ahora. En Les Arenes votaron a Ballart más de 2 mil personas, en Poble Nou 1.867, en Sant Pere Nord 1.856 y en Can Palet 1.465. El candidato también arrasó en Ca N’Anglada, donde Ballart le ganó la partida al socialista Alfredo Vega por apenas 3 votos y en La Maurina, donde lo superó en 30 papeletas.
Los socialistas perdieron el domingo solo 3.900 apoyos en la ciudad respecto a 2015. Un retroceso electoral discreto que les ha reportado una derrota histórica, apeándolos del gobierno después de 40 años. En el rastreo por barrios, la pérdida de votos es constante en toda la ciudad.
La debacle más rotunda, sin embargo, fue la cosechada por Terrassa en Comú. Las urnas barrieron del pleno a sus seis concejales y lo hicieron en todos los sectores de Terrassa, donde los comunes han pasado de ser la segunda fuerza y tener más del 20% de los votos, a convertirse en partido residual.
El correctivo es especialmente duro en barrios como Sant Pere Nord, donde la formación ha perdido casi mil votos y 18 puntos, o en Les Arenes, donde más de mil electores dejaron de votar a TeC el domingo.
En el otro extremo de la balanza se sitúa ERC-MES, segunda formación más votada en barrios afines como el Centre, Sant Pere, Segle XX y Vallparadís y tercera en buena parte de la ciudad. Los republicanos reforzaron el domingo su posición como referente independentista. Mientras, Junts per Terrassa ha perdido un concejal y 3 mil votos que en buena medida se ha llevado ERC.
El traspaso de voto independentista es especialmente evidente en barrios como en el Centre, donde Junts pierde 500 votos y la CUP 200, justo los 700 que ganan los republicanos (400) y la nueva candidatura de Primàries (298).
Por lo que respecta a Ciutadans, los mil votos que perdió el domingo en la ciudad y que no le han impedido conservar sus tres concejales, se le escapan en prácticamente todos los barrios, a razón de un puñado de papeletas por sector.
Los 2 mil votos y el único concejal del PP que se llevaron las urnas el domingo fueron a parar a Vox que suma las papeletas populares y en algunos barrios incluso un puñado más.