"Todos nuestros votos servirán para que se produzca el cambio en esta ciudad. Y para echar de la poltrona a aquellos que llevan cuarenta años ocupándola". La CUP aprovechó ayer el último día de campaña para emitir "una declaración de claridad". Ni por activa ni por pasiva permitirá que en Terrassa "sigan gobernando los mismos, aquellos que han gobernado arrodillándose ante los intereses económicos y de espaldas a la gente".
La CUP se considera "el tensor que debe tirar hacia la izquierda para garantizar un giro en esta ciudad", en palabras del candidato a la alcaldía, Marc Medina. Los anticapitalistas tienen "buenas sensaciones" y creen que obtendrán dos concejales.
Estas elecciones van de girar el tablero. "Cuando la CUP está, pasan cosas", recordó el concejal Medina. Y agregó: "Nosotros somos la piedra en el zapato de las empresas que quieren lucrarse haciendo negocio con los contratos con el Ayuntamiento; somos la piedra en el zapato de los especuladores inmobiliarios, de los que se enriquecen a costa de nuestra salud y de la destrucción de nuestro territorio".
