Como siempre, tras el fulgor del fin de semana de la Fira Modernista llega el regodeo de sabores, más discreto y reposado, menos intensivo, pero no menos intenso. Llega la Ruta de Tapa en Tapa. La cita cumple su décimo aniversario en el 2019. Empezará hoy y acabará el 16 de junio. Este año son cincuenta los establecimientos de hostelería participantes. Ha bajado la cifra: el pasado fueron sesenta.
El concurso, organizado por el Gremi d’Hostaleria de Terrassa i Comarca, lo patrocina la empresa cervecera Damm y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Terrassa. Ayer, el teniente de alcalde de Cultura, Innovación y Proyección de la Ciudad, Amadeu Aguado, asistió a la presentación celebrada en la Casa Alegre de Sagrera y se refirió a la ruta como acontecimiento entre acontecimientos: "Venimos de la Fira Modernista, que es el trampolín de la Ruta de Tapa en Tapa, y la ruta es el trampolín de la Festa Major". Aguado recordó que los locales del recorrido del 2018 sirvieron 93.250 tapas. "Este año tenemos que llegar a las 100.000", propuso. Ese es el reto.
El procedimiento para participar en este acontecimiento gastronómico tan arraigado por estos lares es el de siempre con algunas diferencias: los clientes pueden visitar los bares y restaurantes adscritos a la ruta y pedir la tapa creada y ofertada por cada local.
El plato y un quinto de cerveza o una caña cuestan 3 euros (primera diferencia: el año pasado el coste era de 2,5 euros). Los comensales deben llevar la guía publicada para el certamen y en el establecimiento se la sellarán. En la misma guía el participante valora la tapa degustada y puede dirigirse a otro sitio, y seguir y seguir… Acabada la ruta, el 16 de junio, los interesados pueden depositar los manuales sellados en las cinco urnas habilitadas a tal fin: en la oficina de turismo, en el Gremi d’Hostaleria y en tres bares: Sa Illa, Zurito y La Torreta.
Jurado
Ganarán premio quienes completen un mínimo de veinticinco sellos (otro cambio: el año pasado había que hacer todo el recorrido). Si más de tres participantes cumplen el requisito se procederá a un sorteo. La opinión de los comensales servirá también para decidir qué bar o restaurante gana el concurso gastronómico.
Con esa votación popular se formará la mitad de la puntuación. La otra la decidirá un jurado, que en esta ocasión compondrán dos parejas. El tribunal visitará los establecimientos de incógnito. El año pasado ganó La Venta, como en los dos concursos anteriores. "Queremos hacer de Terrassa una ciudad con clase, atractiva y moderna", comentó ayer Xavi Gómez, presidente del gremio hostelero. Los asistentes a la presentación degustaron varios de los platos del recorrido.