Según las previsiones está usted tan cerca de ser concejal como de no serlo
Nosotros nos presentamos a estas elecciones, al margen de los resultados que se hayan podido producir, con la ilusión de ganar, por supuesto. No pensamos que debamos afrontarlas desde otra perspectiva que no sea en clave local.
¿Cuál es su objetivo?
Básicamente, recuperar la confianza del votante que nos castigó en el 2015 (pasó de tener cuatro concejales a sólo uno) y que no votó en clave ciudadana. Nos castigó por la corrupción, porque pedía una renovación en el partido y porque el gobierno siempre desgasta. Nosotros queremos hablar de Terrassa. Nosotros tenemos vocación de ser la alternativa real al PSC.
Las quinielas no les son muy favorables. De hecho en las generales se quedaron unos votos del cinco por ciento.
No tenemos quinielas, ni encuestas ni queremos estar condicionados por ninguna predicción. Tenemos una hoja de ruta, pretendemos convencer a los terrassenses con un discurso abierto, liberal y entusiasta. Tenemos muy claro nuestra hoja de ruta y nuestro mensaje.
¿Es frustrante estar sólo en la sala de plenos?
No nos engañemos: en la oposición siempre hace frío y si estás solo, la sensación de frío es mayor. Yo soy medio gallego y el frío no me afecta. Hemos intentado llegar a todo.
¿De qué se sienten ustedes más orgullosos de estos cuatro años de frío?
Pues hemos estado en todas las juntas de portavoces, comisiones, en todos los plenos, excepto en el que coincidió con la muerte de mi padre, que no pude preparar bien, y hemos presentado propuestas siempre en clave de ciudad, municipalistas y en algunos casos hemos obtenido incluso apoyos mayoritarios, como el de la ordenanza de los patinetes, que fue promovida por el Partido Popular. En el único debate no exclusivamente terrassense en el que hemos entrado es en el del independentismo, para defender una posición contraria a romper la unidad de España.
¿Es precisamente el independentismo el que va a arrasar al Partido Popular en Catalunya y por extensión en Terrassa?
Lo que yo he destacado siempre de mi partido es que nosotros actuamos como pensamos que tenemos que actuar y no en función de la popularidad que te pueda acarrear. El procés ha significado el problema más importante que se ha producido en España en muchos años. Hemos aplicado el artículo 155 junto a PSC y Ciudadanos. Quizás se podría haber hecho mejor, pero se trataba de tomar una decisión histórica y se tomó, al margen de encuestas o de aplausómetros. Si esa es la razón de que se nos vuelva a castigar, lo vamos a asumir, porque hicimos lo que debimos.
¿Qué les va a hacer más daño, la aplicación del 155 o la foto de Colón?
La foto de Colón no afecta en nada. Es una manifestación a la que nosotros consideramos asistir, sin más. Eso no tiene relevancia.
Ya en clave terrassense, ¿considera usted también que este ha sido un mandato fallido?
Sí, desde el principio. Se inició con un pacto antinatura entre PSC y Convergència con el único objetivo de los socialistas de mantener el sillón y de Convergència de sentarse por primera vez en ese sillón. Se dejó al margen a la ciudad. Empezó mal y además, el gobierno no tenía una mayoría estable. Nos encontramos con un alcalde Ballart al que sólo le interesa el poder y, de repente, deja tirada a la ciudad, con un gobierno de nueve concejales y a un año y medio de las elecciones municipales. La ciudad lo ha sufrido mucho.
Pues ahora intenta volver.
Si, ahora quiere volver. Ballart es el exalcalde alcaldable que quiere ser alcalde para hacer como alcalde lo que no hizo como alcalde.
¿Cómo ha sufrido la ciudad esa situación?
Pues lo vemos todos los vecinos de Terrassa, la limpieza, los impuestos, la movilidad. Aquí no se ha gestionado por el bien de la ciudad, sino de forma ideológica.
¿Se refiere usted a la municipalización del agua?
También, por supuesto. Es el gran éxito que se otorga la izquierda en este mandato. De momento tenemos una sentencia que dice que hay una serie de decisiones que se adoptaron en el pleno que no tienen validez y no sabemos exactamente cuál será la consecuencia de esa sentencia si finalmente se confirma en instancias superiores. Si esa es la gran victoria de la izquierda, vamos apañados, oiga.
La sentencia no cuestiona el modelo de gestión, ¿no?
No estoy de acuerdo con esa apreciación. La sentencia dice que no puede haber una remunicipalización porque el servicio no era municipal.
¿Pone en duda la nueva gestión?
Sobre Taigua, es cierto que no se pronuncia, pero hay cuestiones importantísimas que han quedado en el aire.
No parece que haya mucha preocupación ni en el equipo de gobierno ni en los partidos que le apoyaron en esa operación.
Es cierto que la sentencia no es firme. Lo que digo es que aquí se ha generado una empresa pública para gestionar el agua, no desde una perspectiva de gestión, de beneficio de Terrassa, sino desde un punto de vista político. Todos quieren ponerse la medalla de la municipalización del agua, porque el agua es un bien público y por tanto debe estar gestionado por la administración pública. Pues déjeme que le diga que, de momento, tenemos una sentencia contra la transición, el servicio no ha mejorado y las facturas, hemos podido comprobar que son más elevadas. Alguien deberá explicar qué conseguimos con esto, por qué una empresa pública lo va a hacer mejor que una empresa pionera con más de cien años de historia. ¿Qué vamos a ganar?
Se habla del fraccionamiento del voto como de algo apocalíptico en estas elecciones. Se dice que Terrassa va a ser una ciudad ingobernable.
Así lo creo. El futuro gobierno será un tripartito. Todos los sectores se han fragmentado. Ahora somos siete partidos en el pleno, pero es posible que seamos más. La necesidad de pactos en un entorno de inestabilidad en torno al procés va a hacer el gobierno realmente complicado. Por eso creo que el voto constitucionalista debería salir reforzado en estas elecciones. El Partido Popular ha estado siempre en el Ayuntamiento de Terrassa defendiendo la Constitución y concentrar el voto en nuestras siglas reforzaría esa posición.
¿Sería frustrante para ustedes que Vox consiguiese representación y ustedes no?
Insisto, quien siempre ha estado en el Ayuntamiento defendiendo el constitucionalismo ha sido el PP, a quienes han escupido, atacado su sede y a quien incluso han asesinado en Terrassa, ha sido a personas del Partido Popular. Luego vino Ciudadanos, pero los que hemos estado ahí hemos sido nosotros, siempre.
La derechita cobarde. Debe dar rabia ese apelativo ¿no?
Parece que Vox sea el único que habla en nombre del pueblo y que los demás somos eso, la derechita cobarde. Qué quiere que le diga: nosotros trabajamos por la ciudad y los terrassenses saben perfectamente quiénes somos y lo que nos estamos jugando todos.
También el líder de Vox de Terrassa proviene del Partido Popular.
No exactamente. Hace nueve años decidió irse del Partido Popular, porque no se le dio el cargo que buscaba. Si algún día lo quiere explicar, estaremos encantados de escucharlo.
¿Qué cosas hay pendientes en la ciudad que le preocupen?
Si hay alguna cosa pendiente es el Quart Cinturó. Si o sí, hay que darle continuidad. Hemos visto poco compromiso por parte del Ayuntamiento de Terrassa, atrapados como están en discursos de izquierda contrarios como el de la CUP o Terrassa en Comú, que son contrarios a esa infraestructura. Mire, hay que acabar la obra empezada y continuarla hacia Sabadell. Es imprescindible para la transformación industrial de la ciudad.
Tenemos una estrategia clara en torno al tejido económico de la ciudad.
No. Le pondré un ejemplo. Terrassa destina a polígonos industriales menos que a proyectos de solidaridad internacional. En el Partido Popular nos preguntamos si Terrassa debe ser una ONG, cosa muy noble, o bien dedicarse a intentar reducir la tasa de desempleo de la ciudad, que si no recuerdo mal, sigue estando por encima de la media comarcal, provincial y autonómica. La promoción económica no ha sido prioritaria para el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Terrassa.
¿Los ayuntamientos tienen capacidad de acción en torno a la creación de empleo?
Yo creo que sí. Si no cuidas tus polígonos industriales; si no los gestionas; si no estableces estrategias fiscales; si no facilitas la movilidad de mercancías; si ahogas a los comerciantes y a los autónomos con una tasa de basuras desorbitada; si gravas la movilidad interior y la carga y descarga; si no haces nada para que no cierren los locales comerciales en el centro de la ciudad y no te planteas que estás haciendo algo mal, estás afectando negativamente al empleo y a la economía de la ciudad.
¿Oiga, de dónde deben partir las iniciativas políticas?
Hay que escuchar. Si tenemos que mirar a Barcelona o al que se denomina Gran Vallès, hay que escuchar al tejido económico de la ciudad; si queremos buscar una solución al Mercat de la Independència, hay que escuchar a los paradistas; si queremos una solución para el comercio, hay que escuchar a los comerciantes. Es muy simple.
Uno de los grandes temas de este mandato es el de la educación. ¿La segregación tiene solución?
No hay nada que no tenga solución. El Ayuntamiento, en este caso, tampoco quiso escuchar pese a numerosas advertencias. El PSC siempre tiene una misma respuesta para todo que es ‘estamos trabajando en ello’. Sólo cuando el Síndic dijo que Terrassa es la ciudad con mayor segregación escolar de Catalunya se dispararon las alarmas.
¿Y la solución?
Gestión, escuchar a AMPAS, asociaciones de vecinos, etcétera. Existe segregación por procedencia y también de clase social. Es una muestra más de lo que ha ocurrido en cuarenta años de gobierno socialista. Oiga, insisto, el PSC ha gobernado siempre en la ciudad; hay muchos problemas y siempre se culpa al gobierno central, especialmente si es del PP, o a la Generalitat; digo yo que alguien que ha estado gobernando cuarenta años, alguna responsabilidad tendrá de lo que ocurra en su ciudad.
¿Cómo compatibiliza su partido el derecho a la vivienda con el derecho a la propiedad privada?
Está claro que hay personas que necesitan vivienda. El problema es que aquí, nuevamente, erramos el tiro. El problema no está en los bancos, que no son grandes tenedores. El grueso está en manos de los particulares y la solución está en que ese stock debe salir al mercado para que el precio del alquiler se autoregule. Hay que proteger a los propietarios, porque hay que proteger la propiedad privada. Y por supuesto, no estamos contra la limitación de la construcción. Somos liberales.
¿Y eso es bueno?
¿Y por qué no? ¿Por qué no podemos seguir creciendo como ciudad? Todo depende de la gestión. Si no vamos a ser capaces de tener la ciudad limpia, hay que limitar el crecimiento, pero si gestionamos bien no debe haber problema.
Se ha referido antes a la penalización de la movilidad interior. ¿Cómo encontramos el equilibrio entre la sostenibiliad ambiental y los desplazamientos interiores?
Terrassa es una de las ciudades catalanas más contaminadas y llevamos años aplicando restricciones al uso del vehículo privado. Me gustaría que me explicase alguien, por qué. Si se desvía el tráfico de itinerarios tradicionales como la rambla y eso provoca atascos en Galileo y Arquímedes, eso provoca mayor contaminación. El carril bici y el carril bus, que se utiliza muy poco, también provoca atascos y con ello contaminación. Si utilizamos el coche es porque no hay alternativa.
¿Están ustedes contra el carril bici?
No, estamos a favor de un carril bici racional, conectado y fácil para el usuario. Esa es la diferencia entre la derecha y la izquierda. Nosotros queremos escuchar a la gente y la izquierda quieren imponer cómo debe moverse la gente por la ciudad. Nosotros entendemos que tenemos que gestionar la realidad y para eso hay que reconocerla, no imponer una nueva.