"Hemos sumado gente nueva, que viene del asociacionismo y las entidades,y hemos intentado que sea una lista variada, hetereogénea, pero que represente los valores de la ciudad. Que la lista de Ciutadans (Cs) se parezca a lo que son los ciudadanos de Terrassa", afirmó su alcaldable, Javier González, en la presentación de candidatura y programa electoral, que esta formación realizó el domingo al mediodía, en la carpa que montó en la plaza de Joan Santamaria.
El número 4 de la lista lo ocupa así la abogada y economista Isabel Martínez, "una persona joven, con muchas ganas de incorporarse al mundo de la política". En el 5 está Enric Rovira, maestro de primaria, "que conoce muy bien el mundo cultural y educativo". Y en los tres primeros, los actuales concejales de Cs (González, David Aguinaga y Carmen Ortuño), "que incorporan la experiencia del grupo municipal durante estos cuatro años".
El programa electoral de Cs, señaló González, elaborado también con la colaboración de ciudadanos y entidades, está fundamentado "en una ambición de renovación del Ayuntamiento ". Cs cree que el gobierno del PSC es un proyecto "envejecido por el paso del tiempo", y que sin un nuevo Ayuntamiento "es imposible regenerar y aspirar a un futuro diferente", y generar un crecimiento económico de la ciudad. Un crecimiento "imprescindible en áreas como la cultura y el deporte, pero evidentemente también en el comercio y la industria".
Ajustar la presión fiscal
El candidato a la alcaldía de Cs subrayó lo imprescindible de este impulso de la administración local al crecimiento "si queremos proporcionar a los ciudadanos unos buenos servicios, que atiendan con eficacia de la mano de la colaboración público-privada. Y por otro lado suplir las carencias, porque muchas de las propias dinámicas de la economía hacen que muchas familias se queden descolgadas".
Para que la administración municipal pueda ofrecer buenos servicios públicos, y "atender un sector de la sociedad que necesita atención preferente, a las familias que más lo necesitan, es imprescindible que la ciudad "crezca y genere recursos".
Como "contrapartida a esa obsesión de Cs por el crecimiento está la cara de la moneda en cuanto a la presión fiscal, que pensamos mantener. Que no suba y si es posible bajarla. Ajustar las tasas a la prestación real de los servicios, y, como una medida que quizá puede ser llamativa, bajar la tasa de los vados un veinte por ciento".