A unos pocos metros del centro cívico Montserrat Roig, en la avenida de Barcelona, hay un solar al aire libre. Allí estuvo el cine Avenida décadas atrás. Allí hay ahora un huerto comunal. Allí quieren diversas entidades vecinales, la FAVT, la asociación de vecinos de Ca n’Anglada, la comisión local para las residencias públicas, que se construya un equipamiento para personas mayores. El muro exterior del terreno está decorado a lo grande, con un mural reivindicativo elaborado por la artista egarense Anna Taratiel. Lo presentaron ayer en el centro cívico.
El proyecto de edificación de una residencia en Sant Pere Nord, confeccionado en el 2009 por la Generalitat con un coste de casi un millón de euros, sigue durmiendo el sueño de los justos. Y la posibilidad de levantar un equipamiento similar en la avenida de Barcelona sigue el mismo camino. Pero la comisión de residencias, la federación de asociaciones de vecinos y la asociación de Ca n’Anglada, entre otras entidades, no van a dar su brazo a torcer. Ayer lo demostraron en una comparecencia para inaugurar el mural de Taratiel.
A medio gas
En Terrassa, la tercera ciudad de Catalunya, hay 31 residencias. Sólo una de ellas es pública. Se trata de la Mossèn Homs, "que funciona a medio gas, en tres de las seis plantas de que dispone", denunció ayer Pepe Sánchez, representante de la comisión. La Generalitat, dijo, se ha comprometido a "empezar a remodelar" este año una de las plantas sin utilizar, y a habilitar también las otras dos en un futuro. Es un compromiso, pero ya se sabe.
En la ciudad hacían falta, tres años atrás, "entre ochenta y 190 plazas de residencia pública, pero no se ha hecho ninguna", denuncia la comisión. Hay 1.500 demandas de plaza pública, cuando menos, lo que equivaldría a la capacidad "de cuatro o cinco residencias". En el año 2025, en el segmento de personas con edades comprendidas entre los 65 y los 80 años, habrá un 7 por ciento de dependientes, que será del 40 por ciento entre los mayores de 80. "Esto puede ser muy grave en poco tiempo", denuncia la comisión, que pide a los partidos, en esta etapa preelectoral, estudios y planes de acción.
Anna Taratiel no pudo estar ayer en la inauguración. Sí compareció su representante, Carmina Gaudes, que trasladó a los presentes el contento y el orgullo de Taratiel por haber pintado el mural en su ciudad, por la confianza de las asociaciones (y su paciencia con los retrasos) y por la causa a la que apoya con esa obra de arte urbano.