Junts per Terrassa (JxT) presentó ayer su candidatura municipal al completo en el Raval e Montserrat, ante el edificio del Ayuntamiento de Terrassa. Los soberanistas concurren a las elecciones del próximo 26 de mayo pendientes del futuro de su cabeza de lista, el ex conseller Lluís Puig, acusado de desobediencia y malversación en la causa contra el Procés y exiliado en Bruselas desde hace 17 meses. Miquel Sàmper, número dos de la formación al Ayuntamiento, anunció que han solicitado a los servicios jurídicos municipales que se pronuncien sobre la toma de posesión de Puig y las posibilidades de que éste pueda ejercer su derecho al voto.
El pasado 17 de abril, el propio Puig anunciaba a Diari de Terrassa desde Bruselas su intención de regresar a la ciudad para ejercer como alcalde o como concejal si la sentencia del Procés desestima el delito de malversación. "No tendría otra imputación que la desobediencia y poner urnas no es delito -comentaba -. Libraré todas las batallas para poder cumplir mi compromiso con el electorado".
JxT explicó ayer que si el Ayuntamiento autoriza la toma de posesión, intentarán que Puig pueda ejercer como cargo electo desde Bruselas hasta que haya sentencia, en septiembre u octubre, y después presencialmente, siempre que decaiga el delito de malversación. Si habiendo tomado posesión del cargo no se le permite ejercer, el sillón de Puig quedaría vacío y su baja dejaría un pleno de 26 concejales y no 27, como ahora. Si por contra se le impide firmar como cargo electo, el partido recurriría la decisión y "probablemente la lista de JxC correría y Sàmper ocuparía su plaza".
A las puertas del Consistorio, la candidatura de JxT a las municipales posó ayer ante los medios y explicó que su proyecto se basa en tres ejes: La transversalidad ideológica de la lista, "que es diversa, un referente de pluralidad, algo que nos enriquece como personas y como ciudad", dijo Meritxell Lluís; La unidad y la confluencia de perfiles.
La candidatura
La lista de JxT la abre Lluís Puig y la cierra el ex conseller preso Josep Rull. Les acompañan el concejal Dani Nart (4), el ex presidente de Omnium Xavier Ordeix (13), la ex concejal y profesora Mariona Vigués (26), el ex presidente de El Social Agustí Figueras (21) y la directora artística de la Sala Crispi, Silvia Bartés (14), entre otros. "Lluís Puig que es quien ha marcado el criterio para buscar las personas y los ejes más relevantes", comentó Sàmper.
El ex conseller, además, ha sido "el primero en apostar por la unidad del independentismo, poniéndose al servicio del resto de formaciones para ocupar la plaza que consideraran". La propuesta no ha tenido acogida. CUP y ERC se desmarcaron desde el principio de una lista a cuatro con JxC y Primàries, y estos dos últimos tampoco han logrado sellar candidatura conjunta.
"El independentismo no ha sido inteligente" en Terrassa, dijo ayer Sàmper, que advirtió del riesgo de que la división de candidaturas provoque que, "como ha ocurrido con Front Republicà en las generales, se pierdan votos. En ningún lugar como en los ayuntamientos la unidad es tan imprescindible". La elección de alcalde requiere de mayoría absoluta en primera vuelta y, en segunda, el cargo es para la formación más votada.
A falta de una lista común, las fuerzas independentistas han acordado una estrategia post electoral. Apoyarán un gobierno independentista en primera vuelta y, "si no suma, uno republicano, con ICV, los comunes y con Tot per Terrassa".