Terrassa

El PSC vuelve a ganar unas generales, seguido de cerca por ERC

Ocho años después, el PSC vuelve a ganar unas elecciones generales en Terrassa con una rotunda victoria, 30.917 votos, 12.787 más que en 2016. Uno de cada cuatro votantes apoyaron el domingo en la ciudad la continuidad de Pedro Sánchez en la presidencia del Gobierno, en una jornada en la que el PSC consiguió el 25,65 por ciento de los votos emitidos. En Terrassa, las anteriores victorias socialistas en unas generales fueron más abultadas, la mayoría de ellas por encima del 40 por ciento, pero la del domingo supo a gloria a los socialdemócratas. Después de una dura travesía del desierto, con derrotas en las generales, en las autonómicas y una crisis sin precedentes en Terrassa, lograron el domingo volver a liderar las urnas en la ciudad.

El miedo a un gobierno derechas con Vox y la apelación al voto útil en campaña movilizaron el 28A al voto socialista que los últimos años o se había quedado en casa o había transitado por otras opciones políticas. El domingo Pedro Sánchez y Mertixell Batet convencieron a la mayoría del electorado egarense, que volvió a otorgar la hegemonía política en la ciudad al PSC.

Cada voto cuenta
Lo socialistas ganaron en una jornada marcada por la alta participación. El principio de cada voto cuenta caló en el electorado egarense, que protagonizó una de las citas más participativas de la historia de las elecciones al Congreso . El 77,98 por ciento de los electores, ocho de cada diez, acudieron a las urnas, la mayoría de ellos por la mañana. A las 2 de la tarde ya había votado más del 40 por ciento del electorado en la ciudad.

La del domingo fue la cuarta participación más elevada en unas elecciones estatales, después de las que dieron la primera victoria a Felipe González (PSOE) en 1982, con un 84,93% de participación, de las primeras de la democracia en 1977, con un 82,32%, y de las que llevaron en 1993 a Jose Maria Aznar a la Moncloa, con un 78,04%.

ERC, 25 mil votos
El 28A la victoria fue socialista, pero el avance más espectacular lo protagonizó ERC, que el domingo fue la segunda fuerza política más votada en la ciudad. Los republicanos cosecharon un resultado histórico en Terrassa, donde más de 25 mil personas apoyaron la candidatura independentista liderada por Oriol Junqueras.

Esquerra Republicana consiguió su mejor resultado en unas generales en la ciudad, donde uno de cada cinco votantes (un 20,85 por ciento) apoyaron la lista soberanista.

La formación, que ya había ganado unas europeas, sumó el domingo más de 10 mil nuevos votos en Terrassa, donde aspira a consolidarse como líder del bloque independentista y como alternativa de gobierno.

De momento, los republicanos han logrado pisarle los talones al PSC. El domingo apenas les separaron 5.774 votos de los socialistas. Ahora, está por ver si unos y otros son capaces de revalidar su resultado dentro de cuatro semanas, en las elecciones municipales del 26 de mayo.

En el bloque independentista, los soberanistas de JxCAT aguantaron el golpe en Terrassa y Front Català se estrenó con 2.708 votos, un 2,25 por ciento de los sufragios.

La candidatura liderada por Jordi Sánchez ha perdido apoyos en Catalunya, pero en la ciudad las crisis internas y el baile de siglas no les ha pasado factura. JxCAT consiguió el domingo los mismos 10.500 votos que movilizó en las generales de hace cuatro años, cuando concurrió bajo la marca electoral de Convergència Democràtica.

En porcentaje sí han perdido posiciones. En 2015, cuando fueron a las elecciones bajo las siglas de Democràcia i Llibertat obtuvieron el 11,21 por ciento de los votos. En la repetición de los comicios en 2016 bajaron al 10,44 por ciento y el domingo, con una participación cercana al 80 por ciento en la ciudad, se quedaron en el 8,73 por ciento.

En el extremo opuesto de la balanza de las generales se sitúan los comunes, que han sufrido un duro varapalo en las urnas. La candidatura de En Comú Podem – Guanyem el Canvi perdió el domingo 6.807 votos en la ciudad, donde habían ganado las dos últimas elecciones al Congreso de los Diputados y se habían erigido en el primer partido de la oposición municipal.

Ceder apoyos
El domingo, la lista encabezada por Jaume Asens no logró revalidar las espectaculares victorias de Xavier Domènech en Terrassa, donde ECP movilizó el domingo 21.795 votos, el 18,08 por ciento de los sufragios. Todo indica que los comunes han cedido apoyos al PSC, aunque el retroceso de casi 7 mil votos de la formación lila es sólo una parte de los casi 13 mil sufragios que ganaron el domingo los socialistas, que en unas generales claramente polarizadas captaron votos a su izquierda y probablemente también a su derecha.

En ese lado del espectro político, los electores terrassenses castigaron el domingo al PP y dieron a Vox un tímido apoyo, inferior al que la formación ultraderechista ha obtenido en España. Ciutadans, por su parte, mantuvo resultados en la ciudad, donde no logró subirse a la corriente de éxito que ha permitido a CS darle el sorpaso al PP en España, situarse como segunda formación más votada y proclamar a Albert Ribera como líder de la oposición.

En Terrassa la formación naranja, que ganó las últimas autonómicas en la ciudad, fue cuarta fuerza en las urnas con 15.662 votos, cerca de 3 mil más que en 2016. Como la participación fue sensiblemente más alta, el porcentaje sobre el total del voto emitido rozó el 13 por ciento, ligeramente superior al de 2016.

El PP, por su parte, sufrió el domingo en Terrassa el mismo correctivo que ha sumido a la formación en su peor fracaso electoral en unas generales en España. Los populares perdieron más votos que los obtenidos en la ciudad. Consiguieron 5.127 papeletas y perdieron 7.228 apoyos respecto a 2016.

El retroceso popular relega a la formación liderada por Pablo Casado a la sexta posición del ranking político en Terrassa y lo hace en la convocatoria electoral que le es más favorable.

Probablemente la mayor parte de los votos perdidos por el PP fueron a Vox. La formación casi igualó en sufragios a los populares, con 5.018 votos, un 4,16 por ciento.

El partido de ultraderecha, que el jueves escogió Terrassa para cerrar su campaña electoral en Barcelona, superó levemente en la ciudad sus resultados en Catalunya, donde consiguió el 3,62 por ciento de los sufragios, pero se quedó muy lejos del 10,34 por ciento que consiguió a nivel de España.

A pesar del amplio despliegue de apoderados, los de Santiago Abascal fueron la séptima formación en la ciudad, donde aspiran a entrar en el Ayuntamiento en mayo. Sólo si mantienen los 5 mil votos, y siempre que la participación baje, tendrían posibilidad de conseguir sillón en el Saló de Plens.

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