"La Fira del llibre vell i d’ocasió" no acabó de funcionar. Por su emplazamiento, en la Rambla d’Ègara frente al mNACTEC, y por reunir en un mismo espacio dos ámbitos dispares y cuyo público nada tiene en común: el del libro antiguo, de precio elevado, y el de ocasión, que vende saldos a uno o pocos euros.
"Yo ofrezco libros de los siglos XVIII y XIX, y grabados modernistas, de 1905, que están como nuevos", nos comentaba el sabadellense Jordi López Almirall, "y me está yendo mal porque la gente que pasa ni lo sabe ni lo ve". El terrassense Albert Vilet, profesional con treinta años de experiencia en el sector, también "brocanter", un poco más arriba, coincidía en que esta feria debe ubicarse en otro espacio. "Lo ideal sería la Plaça Vella, pero parece solo para instituciones o grandes librerías, cuando años antes acogía una feria de ‘brocanters’, o otro lugar más céntrico."
Lo poco que había vendido Vilet era libro terrassense antiguo, y tenía expuestas auténticas rarezas: "Presencia de Terrassa a Roma", publicado en 1951 por "un pelegrí"; "Aventuras de Pepe y Sandalio" de Vicente Serrano (la crónica del viaje del pintor Josep Martínez Serrano desde la Mancha a Terrassa a lomos de un burro); "Gremios y cofradías de Tarrasa", de Torrella Niubó, "L’ambient cultural a Terrassa" de Paulina Pi de la Serra. ¿El libro terrassense de precio más elevado en venta? "La Ciudad de Egara", de José Ventalló, en primera edición de 1890, a sesenta euros.