Un total de 1.085 estudiantes de 4º de ESO de doce centros de Terrassa asistieron ayer, en el Teatre Principal, a la jornada "Cambio de marcha", un espectáculo multimedia sobre educación y seguridad vial para sensibilizar a la juventud sobre la peligrosidad del alcohol en la conducción. En esta actividad, los jóvenes pudieron conocer además la realidad a través de testimonios de personas que intervinieron directamente en un siniestro.
Esta campaña de concienciación para jóvenes de los riesgos que comporta una mala práctica en la conducción se lleva a cabo desde 2011 y está organizada por la Policía Municipal y financiada por la Fundació Mutual de Conductores, en colaboración con el Institut Guttman y el Servei Català de Trànsit.
El patrón de la citada fundación, Josep Maria Ambrós, explicó ayer que "el objetivo es "impactar a los jóvenes que van y son ya conductores de vehículos. La realidad que se expone, con personas afectadas, es muy dura pero hay que concienciarse de que existe". Ambrós añadió que "el mensaje es que se puede salir a disfrutar pero con precaución porque la ingesta de sustancias, como el alcohol y drogas, es una temeridad y puede causar daños irreparables".
El patrón de la Fundació Mutual de Conductores subrayó que las campañas son muy necesarias y que no se puede bajar la guardia. "En 2017 hubo un descenso de mortalidad pero 2018 fue catastrófico. Y en este 2019 ya llevamos más de 30 accidentes mortales. El motivo principal es el exceso de velocidad producto de una conducción peligrosa".
En Terrassa, el año pasado hubo 110 jóvenes, de 14 a 20 años, que tuvieron un accidente. De este número, noventa son hombres.
