Una persona fue denunciada el lunes por usar la tarjeta para discapacitados de su madre. Otro conductor lo fue por utilizar una fotocopia de un documento similar.
A las 9.20 de la mañana unos policías municipales vieron un coche estacionado en una zona de ambulancias de la calle de Edison. Llevaba la fotocopia en color de una tarjeta de aparcamiento para discapacitados. Los agentes identificaron al conductor y constataron que no era el titular de la tarjeta expuesta. Lo denunciaron por el uso fraudulento y le retiraron la fotocopia.
La segunda intervención por motivo análogo fue propiciada por la llamada de un testigo. Al mediodía, ese ciudadano alertó a la Policía Munciipal de que un vehículo estaba estacionado en mitad de dos plazas para personas con movilidad reducida en la calle de Mura. La tarjeta mostrada parecía falsa. No lo era, como comprobaron unos agentes locales poco después. El coche presentaba señales de un accidente.
Los guardias se dirigieron al domicilio de la titular del vehículo y del documento. No había salido de casa en toda la mañana. Quien había conducido el automóvil era su hija. Ella fue la denunciada por hacer uso de la tarjeta de manera considerada fraudulenta. Los policías formularon una denuncia también por el estacionamiento indebido del vehículo en plaza reservada.
