Cuatro en un día, en una mañana. El jueves, los Mossos d’Esquadra desmantelaron cuatro plantaciones de marihuana en Rellinars. En realidad, desmontaron tres y evitaron el montaje de una que estaba en ciernes. El espectacular operativo, desplegado en cuatro casas, concluyó con la incautación de casi 700 plantas de maría y las denuncias penales contra tres individuos, dos de ellos vecinos de Terrassa.
No queda claro que existiese conexión entre los responsables de los cuatro cultivos. Lo más probable es que no hubiese nexo delictivo entre ellos, sino sólo la coincidencia de ubicación en el mismo pueblo y de tiempo de actividad. La verdad es que la proliferación de cultivos cannábicos convierte en muy probable esa coincidencia incluso en término municipales tan poco poblados como el de Rellinars.
Muchos traficantes implantan sus negocios de plantaciones en fincas alejadas de grandes núcleos urbanos, para aumentar la posibilidad de pasar inadvertidos. Cuatro cultivadores estaban de alquiler en otras tantas casas de Rellinars.
Pero no pasaron tan desaparecibidos como acaso pretendían. A los Mossos d’Esquadra del Àrea Bàsica Policial (ABP) de Terrassa, que tienen a Rellinars en su ámbito de actuación, les llegaron informaciones de sospecha sobre lo que se "cocía" en aquellas fincas.
Los pasos fueron los habituales: confirmación de las sospechas e intervención llegado el momento preceptivo. El jueves por la mañana, al mismo tiempo, varias dotaciones de los mossos se presentaron en los cuatro sitios investigados. Eran cuatro casas alquiladas.
En una, situada en la avenida el Planet, los agentes encontraron 64 plantas de maría y cien macetas. Allí denunciaron por la vía penal a un varón de 25 años, terrassense.
Una en preparación
En otra, muy cerca, en la calle Roser, localizaron el cultivo de mayor envergadura: 520 plantas de maría. El denunciado fue un individuo de 39 años, también vecino de Terrassa. La tercera entrada fue en la misma zona, en el pasaje Roser, y acabó con la aprehensión de 105 matas de la misma sustancia. En esta ocasión no hubo denunciados en el momento, pues nadie se encontraba en la finca. Y en ese pasaje los Mossos d’Esquadra registraron otra casa, donde no hallaron marihuana pero sí la preparación de las instalaciones para un cultivo de relevancia, dispuesto para 2.000 plantas. También aquí acabó denunciada una persona, un joven de 27 años vecino de Barcelona.
Los imputados se enfrentan a cargos por un delito contra la salud pública y por otro de defraudación de fluido eléctrico, pues la luz la tenían "pinchada".