El Ayuntamiento tiene lista una propuesta de reforma de todo el eje de la Rambleta del Pare Alegre que revolucionará urbanísticamente el tramo sur de la ciudad. El proyecto, que el próximo mandato se someterá a debate técnico y político, convierte la Rambleta en una vía libre de coches, suprime la rotonda del Doré y traslada la Estación de Autobuses a un gran nudo del transporte frente al hotel Don Cándido.
El proyecto de mejora es el más espectacular y ambicioso que afronta la ciudad desde que la fiebredel ladrillo diera al traste con el desarrollo del Plan de Ordenación Urbanístico Municipal (POUM) de 2003. La propuesta pondrá fin a la imagen gris y periférica que hoy ofrece la Rambleta, una vía con aceras estrechas y repleta de vehículos. También acabará con los problemas de saturación y peatonales que registra la rotonda del Doré.
El proyecto es obra del estudio Duran Arquitectes.darq.cat, el mismo que ha redactado el Pla de Millora Urbana de la Rambleta que Diari de Terrassa publicaba el pasado 27 de febrero. Un proyecto de iniciativa privada que prevé la edificación de 201 viviendas frente al Hotel Don Cándido, la transformación de la calle Tram de Baix y la construcción de una rotonda provisional.
El mismo estudio Duran Arquitectes ha ganado el concurso para diseñar también la remodelación global de todo el eje de la Rambleta, ésta de promoción íntegramente pública. El equipo, que presentó la propuesta más económica de las once que compìtieron, ha trabajado durante meses con los técnicos municipales de urbanismo y movilidad en el dibujo de un proyecto que vuelve a poner la administración local en la senda del gran urbanismo.
La propuesta
La iniciativa abarca todo el eje de la Rambleta, desde la carretera de Montcada hasta el Palacio de Justicia, e incluye la remodelación de Tren de Baix.
El cambio más radical afecta a la propia Rableta. El proyecto dibuja una vía libre de coches. Una calle de plataforma plana y salpicada de arbolado, por la que sólo circularán el transporte público, las bicicletas, los patines y los servicios.
Tal como prevé el POUM, la nueva Rambleta será un continuo de la Rambla d’Egara y para ello, el proyecto prevé la eliminación de la rotonda del Doré, que una vez liberada de coches perderá todo su sentido.
Sin presión del tráfico, sin cruces y convertida en un amplio boulevard, la Rambleta se transformará en un gran paseo que estirará la Rambla hacia el sur y dignificará la entrada a la ciudad por la autopista C-58.
En ese punto, frente al Hotel Don Cándido, la propuesta municipal dibuja un gran nodo intermodal. Ferrocarrils de la Generalitat tiene previsto construir en ese enclave la estación Terrassa Sud. Junto ella se creará un parking disuasorio y hasta ese punto se trasladará la Estación de Autobuses, que abandonará su actual emplazamiento en la carretera de Montcada.
El desmantelamiento de esta instalación permitirá remodelar el solar y convertirlo en un gran espacio público. La estación liberará una amplia zona que prácticamente dobla en superficie la Plaça Vella.
El plan de mejora dibuja una transformación espectacular de este tramo, uno de los más grises y contaminados de la ciudad. Con la supresión de la rotonda del Doré, de la Estación de Autobuses y de la gasolinera de la calle Tren de Baix, que también desaparecerá, la zona norte de la Rambleta se convertirá en un gran espacio peatonal.
Una nueva movilidad
La reforma de la Rambleta descansará sobre una nueva movilidad. Para que los coches desaparezcan de la vía, ésta debe liberarse del 40% del tráfico que hoy soporta la rotonda del Doré. Por el cruce pasan en este momento 45 mil vehículos diarios.
El Ayuntamiento cree que la descongestión será posible con la creación de la gran rotonda que la Generalitat debe construir en la entrada a la ciudad. El nudo conectará las autopistas y permitirá desviar tráfico hacia las rondas y hacia la B-40. La reducción del uso del coche prevista en los próximos años y la nueva estación de FGC, contribuirán también a minimizar la presencia del vehículo privado.
Con el nudo de autopistas abierto al tráfico, los coches que sigan entrando a la ciudad por la Rambleta se desviarán, de subida por Tren de Baix, que tendrá dos carriles, y de bajada por Joan Mompeó.
La calle Tren de Baix, que absorberá la mayor parte del tráfico de entrada a la ciudad, dejará de ser una vía gris para convertirse en una ruta amplia, con un continuo de plazas, espacios públicos y zonas verdes. La actual fachada de naves industriales se transformará en los próximos años y los nuevos edificios recularán, liberando una fachada de espacios públicos.
Los conductores que se dirijan al norte de la Rambla también esquivarán la Rambleta. Se habrán desviado en el nudo de las autopistas hacia la Ronda de Ponent, desde donde accederán a la carretera de Martorell para tomar Arquímedes.