Josep Rull muestra esta semana su apoyo a Miquel Sàmper después de que un testigo guardia civil le acusara la pasada semana en el juicio del "procés" de alentar a los concentrados durante el registro a Unipost, "provocando esa actitud para nada pacífica". El exconseller reaccionó en directo a las palabras del agente con un gesto de insistente negativa desde el banquillo de los acusados. Hoy, en sus crónicas semanales desde la prisión de Soto del Real, denuncia que "ahora a mediar y entregar claveles se le llame incitar a la violencia".
Sàmper ha respondido estos días a la acusación con el anuncio de "acciones criminales" contra el guardia civil, acompañando su denuncia con las imágenes que lo muestran depositando claveles sobre los furgones. "Aplaudo la decisión de Miquel de presentar una querella criminal ante esta infamia. Se llama dignidad", afirma Josep Rull.
El político acusa a los agentes de "mentir" estos días en el Supremo "amparados en su número de TIP y en el anonimato de las cámaras" y de hacerlo sobre hechos "perfectamente constatables en vídeos" que el presidente del Tribunal Supremo, Manuel Marchena se sigue negando a emitir durante la vista y que permitirían "contradecir objetivamente, fehacientemente, los testimonios de la acusación".
El derecho de defensa
Para Josep Rull la negativa de Marchena, que pospone el visionado de vídeos al tramo final del juicio, es "una afectación muy grave de nuestro derecho de defensa. Marchena impone que veamos los vídeos en la fase documental, de aquí a dos y tres meses, sin ningún contexto". Una vulneración que, anuncia, los acusados llevarán al Tribunal de Derechos Humanos. "La piel de cordero del presidente de la Sala, las formas pretendidamente exquisitas se van esfumando. Buenos argumentos -anuncia Rull-, para ir con más solidez a Estrasburgo".
En este contexto, la semana pasada en el juicio volvió "a aparecer Terrassa", se lamenta Rull, que ve un paralelismo en el relato de los agentes y "la tesis de los ‘hechos alternativos’" desarrollada por Donald Trump.
Ahora "ya sabemos, sin salir de nuestra perplejidad, que en realidad Miquel Sàmper es un agitador de las masas contra la Guardia Civil", ironiza Rull.
Cuando es cumple un año de su segundo ingreso en prisión, el ex conseller cuestiona el tratamiento que algunos medios dan estos días al relato de los agentes ante el Supremo. El exconseller se refiere a las declaraciones que han comparado las manifestaciones en Catalunya con "los peores momentos del País Vasco" y al guardia civil que aseguró que "lo que más me impresionó fueron las caras de odio".
Son "el marco mental que se pretende imponer y que ha sido construido conjuntamente, tutelado por el Ministerio Fiscal y acogido con entusiasmo por la ‘caverna mediática’".
Por contra, denuncia Rull, los "testigos serios, austeros, solventes de algunos efectivos de la Guardia Civil" han merecido "el ostracismo y el silencio absoluto de los digitales más encendidos de Madrid".