El próximo mandato el gobierno de la ciudad deberá decidir cual es la configuración definitiva del Portal de Sant Roc y la plaza de Anselm Clavé. El cierre al tráfico del tramo antes de Navidad ha puesto de manifiesto que la restricción viaria no ha generado grandes problemas de circulación, un factor clave para una futura peatonalización de la zona.
"En la decisión tendrá un peso importante la movilidad", comenta Marc Armengol. El estudio analizará todo el tramo, incluida las calles Major, del Vall, Cisterna y todo el entorno del portal para que la solución responda a una lógica global de movilidad sostenible en la zona.
El Portal de Sant Roc se encuentra en zona ZUAP, de atmósfera protegida, una figura que persigue la mejora de la calidad del aire en tramos de protección especial. En estos casos, el descenso de la contaminación pasa por la reducción de las emisiones de CO2 restringiendo la circulación de vehículos.
Cuando se despeje la incógnita de la movilidad será el turno del urbanismo. Si se confirma la supresión del tráfico rodado, los servicios técnicos estudiarán cual es el tratamiento que se da al nuevo espacio público y si finalmente se convierte en una gran plaza o zona peatonal. El tramo que liberaría el coche entre Cisterna y Rambla es, aunque con configuración alargada, similar al de la Plaça Vella.