Terrassa

Un fin de semana de oro para cerrar una edición inolvidable

El Festival de Jazz de Terrassa finalizó el domingo, y con un fin de semana apoteósico, una edición auténticamente pletórica tanto en asistencia de público como en calidad musical y también por su carácter de gran acontecimiento ciudadano.

Más de tres mil espectadores han tenido los conciertos nocturnos, generalmente con la Cava llena, la mayoría sin un asiento libre, y con un público que vibraba y se entusiasmaba realmente con lo que se le ofrecía desde el escenario. La climatología primaveral ha propiciado aún más una alta participación en los conciertos diurnos al aire libre, cuyo súmmum fue una edición del Pícnic-Jazz que reunió en Vallparadís unas treinta mil personas, llegadas de toda Catalunya.

"La capacidad creativa de los artistas programados, la diversidad estilística, la actualidad de las propuestas y su alto nivel de interpretación" son factores que el Club de Jazz de Terrassa destacaba ayer en una primera valoración de los conciertos (unos sesenta) celebrados entre los días 6 y 24 de marzo. A ellos hay que sumar actividades paralelas (exposiciones, charlas, películas, jam sessions, rutas gastronómicas, vermuts musicales, el stage de swing) desarrolladas en numerosos espacios. A lo largo de estas tres semanas, el jazz podía encontrarse incluso en los lugares menos esperados. También en los escaparates de muchos establecimientos. (El primer premio del concurso de tales fue otorgado este año para Casa Gispert, y el segundo y el tercero correspondieron respectivamente a Diagonal y Forn Turull.)

Youn Soun, la perla del festival
El concierto de Youn Soun Nan, el único programado en el Centre Cultural Terrassa, puede haber sido la sorpresa más agradable y innovadora de la programación. La cantante coreana fascinó con su versatil y personal revisitación del uso de la voz como instrumento de jazz.

Tampoco desmerecieron lo más mínimo su condición de conciertos estelares los protagonizados por Children of The Light, Kenny Barron (gran maestro del piano jazz al que le fue otorgado el premio Jazzterrassman 2019), el saxofonista Ernie Watts con su inimitable estilo, un David Murray en plena forma recorriendo territorios diversos del jazz, o el "groove" desatado por el trío que forman Dean Brown, Hadrien Feraud y Dennis Chambers. Y el Bernard Allisson Group reunió todos los sentimientos e incondicionales del blues.

Los músicos catalanes y los conciertos de producción propia del festival también han brillado a gran altura. Impact puso en valor al música de Charles Tolliver. Santi de la Rubia & Roger Mas cautivaron con la elegancia de sus interpretaciones conjuntas. El concierto de recuerdo a Roy Hargrove, a cuya memoria estaba dedicada esta edición, y quizá el más emotivo, demostró que los músicos catalanes pueden recrear el mejor bop actual.

El Club de Jazz, que ha celebrado su sesenta aniversario, agradece a los más de cuarenta mil espectadores participantes de esta edición, los doscientos músicos que la han hecho posible, y también "a las instituciones, empresas, colectivos y profesionales, por la colaboración, entusiasmo y dedicación para hacer del Festival de Jazz de Terrassa una cita imprescindible".

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