En una nueva Trobada Oberta, la CUP debatió sobre la participación ciudadana, con Marc Medina, concejal de esta formación en el Ayuntamiento de Terrassa, Salvador Pérez, del Parlament Ciutadà, y Glòria Rubio, concejal de la CUP en el Ayuntamiento de Sabadell.
Medina recordó la definión la participación ciudadana, según el mismo consistorio egarense, como la "capacidad colectiva de decidir sobre todo lo que afecta a nuestras vidas", lo que esta formación entiende como "soberanía popular" y dijo que, en Terrassa, "los mecanismos de participación ciudadana están muy lejos de la misma definición del Ayuntamiento".
Medina afirmó que "las competencias a nivel institucional son reducidas" y los que pueden decidir son el Pleno y el alcalde y "todo queda a la buena voluntad de los que mandan".
Más activa
Para Pérez, la participación ciudadana es "la lucha entre la ciudadanía más activa y que quiere incidir en los asuntos públicos y algunos de los partidos y las instituciones, que son el elemento contrario y que tienen miedo de perder el poder". Repasó los inicios de las alcaldías democráticas, que generaron "una corrupción de baja intensidad y que los partidos no consideran, pero entrar familiares y parientes en todas las estructuras es una forma de corrupción".
Entonces se produjo "una estrategia de controlar todos los movimientos sociales con concejales de Participación que venían del movimiento vecinal, y la institucionalización, con la compra de voluntades, vía subvenciones". Dijo que el PSC no ha creído en la participación ciudadana y siempre ha puesto "el máximo de obstáculos" y que es algo muy importante "si se hace de verdad y por convencimiento".
Rubio explicó que "cuando entras en el ayuntamiento te encuentras con cosas que te chocan" y se quejó de que "la administración actual está hecha con la mirada contraria a que las personas puedan participar". Los cambios también han de llegar dentro de los ayuntamientos aunque, reveló que "el personal técnico, cuando entras en su terreno, no lo encaja nada bien.