La temporada estable de teatro vuelve a pisar fuerte. Llega "El chico de la última fila", una obra aclamada y premiada con el MAX por el texto de Joan Mayorga y también por la interpretación. El reparto está coliderado por Sergi López (actor más de cine por lo que es una gran oportunidad verlo en teatro) y Míriam Iscla. Hemos hablado con la actriz para qué nos presente el texto dramático, su personaje y valore su profesión.
¿Qué cuenta ‘El chico de la última fila’ de Juan Mayorga?
Es una obra que tiene como protagonista a un profesor que queda extraído por las redacciones de uno de sus alumnos que siempre se sienta al final del aula. La mayoría de escritos que lee este profesor no tienen ningún interés literario, ni sustancia, ni creatividad… Sin embargo, el de este alumno es muy diferente por lo qué cuenta y cómo lo cuenta… Hasta tal punto que el profesor queda cautivado y quiere saber cómo continuará.
¿Qué personaje interpreta?
Soy la mujer del profesor (el es Sergi López). Interpreto a una galerista de arte en horas bajas que está a punto de cerrar el negocio. El autor establece un paralelismo entre la ficción y la realidad. Hay un niño que cuenta una historia que, en principio, parece imaginada pero que luego no lo es porque resulta que está copiando una realidad que conoce, que la vive de cerca.
¿Teatro dentro del teatro?
Sí, es así. La obra de Juan Mayorga tiene muchas capas porque presenta, en primer lugar, a unos personajes pero uno de ellos, a su vez, crea otros. Todo ello va creando un clima extraño. Y surgen muchas preguntas. ¿Hasta qué punto es amoral ridiculizar la vida de una gente? ¿ Hasta qué punto lo qué cuenta ese chico es cierto o no? Hay dilemas porque no se sabe lo que es inventado o real; todo se solapa. Y cabe decir también que el profesor cada vez pide más a su joven autor. ¿Por qué? Porque el es un escritor frustrado. De ahí que incentive al niño a dar continuidad a la historia. Y el niño le sigue el juego porque él lo que quiere es evadirse. Y luego está cómo repercute todo ello en el entorno, en la mujer del profesor y en otro matrimonio y los hijos de ambos.
Casi que pinta como un thriller
Es un gustazo. Está llena de trampolines. Es muy inquietante, es un thriller. Es una obra de dos horas que va generando una tensión "in crescendo" y que atrapa al público hasta el final, hasta la última frase.
¿Había trabajado con Sergi López?
No, ni con él, ni con el director Andrés Lima. Ha sido una maravilla. Tenía muchas ganas de compartir trabajo con ellos y con un texto de Mayorga que es un gran autor. Hay mucha complicidad con Sergi López y eso que él, en teatro, ha optado más por monólogos que por montajes corales pero se ha adaptado perfectamente. Trabajar con Sergi es muy lúdico. Cuando nos miramos, ya nos entendemos. Es como un juego. Todo funciona muy fácil porque hay intuición y surge muy natural. No hay nada mecánico y eso se agradece mucho.
Usted forma parte de las grandes actrices de la escena catalana
No, no. Yo tengo que buscarme la vida como tantas otras actrices y actores. No hay tantos personajes para interpretar. Tenemos que ir rotando. Y, a ser posible, combinar proyectos de otros con los propios. Hay muchas obras y muy buenas pero también hay un plantel de actrices muy buenas.
Sin embargo si que trabaja con una cierta continuidad
Sí, es cierto. Soy afortunada porque voy enlazando propuestas. Es una suerte porque, por un lado, estoy entrenada y sigo aprendiendo. Pero reitero que mi objetivo vital y profesional no es ocupar ningún puesto ni posición.
¿Qué tipo de registros le gusta interpretar?
Antes que registros, priorizo la historia, que sea una buena historia, que me guste y tenga interés. Me pueden ofrecer un papel secundario pero pondré el mismo interés que si me dan el de protagonista. Y después me atrae también conocer nuevos autores, nuevos directores, porque esto te lleva a aprender, a ser más dúctil y no perder la plasticidad.
¿Mejor el drama que la comedia?
Con esta obra de Mayorga acabo de encadenar dos dramas y ahora me apetecería comedia. No una comedia frívola sino una comedia inteligente, enérgica. Yo me llevo bien con este género. Empecé con T de Teatre y estuve con esta compañía diecisiete años, hasta 2008. Para mí fue una gran escuela de la comedia. Luego opté por trabajar como "freelance". Estrené una nueva etapa muy diferente pero me considero afortunada. Y si me voy al género dramático, me seducen aquellas historias de componente social, ideológicas, políticas y en las que el género femenino tiene presencia, decisión.
Desde hace un tiempo compagina el teatro con "Marina" en la telenovela "Com si fos ahir". ¿Le atrae la televisión?
Ha sido un regalo. Me apetecía mucho hacer un personaje que tuviera continuidad. Esta serie de TV3 de tarde tiene una factura muy chula. Es muy cinematográfica y próxima. Ofrece muchos alicientes. Y me ha tocado un personaje, "Marina", que me gusta. Es muy valiente porque lo deja todo por amor. Es una mujer potente, independiente, con mucho carácter….
¿Hay algo de ella en Míriam Iscla?
No lo sé. Siempre te identificas con algo de los personajes pero, en cualquier caso, lo que se trata es de defenderlo al máximo, entenderlo y hacértelo tuyo.
¿Qué le proporciona este oficio?
Muchas cosas. Es un trabajo y me empleo en hacerlo lo mejor posible. Los actores hacemos de puente entre lo que hay escrito y lo que se ve en la escena. Te da la posibilidad de interpretar personajes, te obsequia con vivir otras vidas; pasearte por muchos lugares y estados emocionales… A mi me proporciona mucha satisfacción. Cuando era joven, era mi aspiración y la he podido cumplir.
LA CITA
Obra: "El chico de la última fila", de Juan Mayorga
Dirección: Andrés Lima
Intérpretes: David Bagés, Guillem Barbosa, Arnau Comas, Míriam Iscla, Sergi López y Anna Ycobalzeta
Fecha: Sábado, 20 horas
Lugar: Teatre Principal de Terrassa, plaza de Maragall, 2