Vox instaló el sábado y el domingo carpas informativas en la calle Major, en el Centre, a unos metros de la Plaça Vella. Decenas de personas se manifestaron en su contra, tratando de sabotear su presencia. Un operativo policial rodeaba la carpa. "Nos han increpado, insultado, empujado y escupido", subraya Vox. Varios vídeos demuestran el acoso, pero el partido de Santiago Abascal dejó claro ayer que sigue adelante. El próximo fin de semana estará en la plaza del Primer de Maig. "No nos van a amedrentar", dice.
Vox tenía todos los permisos para poner su carpa. El sábado, un individuo acometió la instalación. Lanzó la mesa informativa por los suelos, recuerda Vox. La policía lo identificó. "Hemos tenido que soportar el acoso del separatismo más sectario, radical y rancio", agrega el partido, que califica de "forma de actuar gansteril" la actuación de manifestantes que asediaron a los miembros de la formación.
A resultas de los altercados hubo ririrrafe en redes sociales. El sábado había concierto del Festival de Jazz en la Plaça Vella. Isaac Albert, concejal de ERC, colgó en Twitter un comentario: "Es de ser un inútil autorizar esta parada a diez metros de la Plaça Vella un día de jazz". El concejal de Seguridad Ciudadana y Vía Pública, Manuel Giménez Guardia, replicó que lo inútil era hacer entender a Albert que el cumplimiento de la legalidad "no es una opción". Y Albert añadió: "¿Legalidad? La autoritzación de la vía pública no es reglada, es discrecional. Dar licencia para instalar paradita en pleno festival de jazz es… tú mismo, busca el adjetivo".
Legalidad
Ayer, Manuel Giménez explicó a este diario que el Ayuntamiento impuso a Vox colocar la carpa en la calle Major, y no en la Plaça Vella, precisamente por la celebración del concierto, y Vox lo aceptó. El teniente de alcalde socialista recalcó que el Ayuntamiento no concede este tipo de permisos si la petición no se ajusta a la legalidad: Y la demanda de Vox era legal. "Nos guste o no, y a mí no me gusta nada, es un partido legal y le debemos el mismo trato que al resto". El concierto se celebró sin alteraciones.
Si el gobierno municipal cometió un error, según Giménez, fue minusvalorar la posible reacción "de los intolerantes". O sea, de los que se manifestaron contra la presencia de la carpa. De "los únicos culpables de los incidentes", en palabras del edil, decidido a no someterse "a los chantajes".