¿Se puede morir dos veces? Esta es la pregunta que se hace el autor brasileño Jorge Amado en su obra "Quincas (La mort i la mort)" que el actor Òscar Muñoz estrenó este sábado y domingo en la Sala Maria Plans de Terrassa.
En este relato, Amado nos cuenta retazos de la vida de "Quincas" a partir de su traspaso o, mejor dicho, de su doble traspaso. ¿Por qué doble? Porque "Quincas" procedía y vivía como un burgués hasta que un día desaparece del mapa. Se ha ido porque estaba cansado de tanta superficialidad e hipocresía.
Y se va a un mundo que es todo lo contrario, se va a los bajos fondos a mezclarse y convivir con borrachos, jugadores y prostitutas. El cambio de vida no gusta para nada a su familia y lo da por muerto. Pero, en realidad, no lo está. Sigue vivo. Y de ello dan fe sus amigos y conocidos.
La historia, pues, de "Quincas" es una magnífica excusa para reflexionar acerca de la libertad del individuo y hasta qué punto se puede ver limitada y coartada por familiares y amigos y por el qué dirán.
En esta obra, Muñoz, que firma también la adaptación junto a Joan Maria Albinyana, que asume la dirección, realiza un trabajo actoral de altura. El actor, además de narrador, se desdobla en múltiples personajes del sector familiar y de los amigos. Y a través de lo qué cuenta y cómo lo cuenta nos vamos haciendo un retrato de quién era "Quincas" porqué decidió cambiar totalmente de paisaje; escapar de la vida cómoda y generosa para hundirse prácticamente en la degradación y en la miseria.
Odisea
El actor de Terrassa hace que esta odisea por la trayectoria vital de "Quincas" se convierta en un recorrido muy atractivo. Muñoz se pone en el centro de un calidoscopio y lo hace girar para que el público pueda ver todas las caras. Empieza suave pero poco a poco se va creciendo en registros y personajes y llega un momento en que su interpretación es notoria. Cuando entramos en la sala no conocemos a "Quincas" pero es que Muñoz nos lo presenta tan seductor que es my fácil dejarse llevar. El actor hizo doble sesión en la Sala Maria Plans y el sábado, día que asistió este diario, funcionó con la precisión de un reloj. Fue una maravilla constatar que el humor, la poesía y la ironía funcionan para relajar las situaciones más adversas y hostiles.
Subrayar también la escenografía minimalista e imaginada para entrar en el mundo de "Quincas". El personaje aparece en su ataúd pero pronto se levantará para volver a la vida. Un inicio que nos recordó el de la obra "Sembla que riguis", de Mont Plans y Òscar Constantí, que la actriz interpretó hace poco (el 10 de febrero) en el Teatre Alegria. Plans -Júlia Català en la obra- también abandonaba el féretro para contarnos su paso por la vida. Pero en el decorado de "Quincas" hay sorpresas. Y es que un ataúd de madera da para mucho si hay ingenio. El cofre que guarda a ese difunto peculiar es tan frágil que da permiso para escaparse. Y, entre los destinos, hay el siempre sugerente de un mar infinito.
"QUINCAS (La mort i la mort)"
Obra de Jorge Amado. Adaptación de Joan Maria Albinyana y Òscar Muñoz. Intérprete: Òscar Muñoz. Dirección Joan Maria Albinyana. Día 9 de marzo en la Sala Maria Plans