Terrassa

Terrassa participa en el plan de derechos humanos de Catalunya

El proceso no consiste tanto en detectar los déficits de derechos como en definir "un horizonte de futuro" para salvaguardarlos, en palabras de Rafael Ribó, Síndic de Greuges. Y ese "horizonte de futuro" se plasmará en el Pla de Drets Humans de Catalunya, un documento impulsado por la Estructura de Drets Humans de Catalunya (EDHC) con la participación de ágoras locales, de abajo arriba. Ribó estuvo el jueves en Terrassa, en la Masia Freixa, donde se reunieron entidades bregadas en la defensa de los derechos humanos. Fue el ágora terrassense.

La EDHC, fruto de un convenio entre el Síndic de Greuges y el Institut de Drets Humans de Catalunya, se creó en el 2017. Un consejo asesor y expertos llevaron a cabo un diagnóstico de carencias. El proyecto ha destilado la lista de derechos humanos y creado una lista de veintisiete, y promovido un proceso de participación ciudadana, de debates y consultas en forma de ágoras locales que durará cinco meses. El foro egarense lo convocaron la plataforma Espai Drets y la síndica de Terrassa, Isabel Marquès. Estructuras como la catalana "existen en todos los países avanzados del mundo", apuntó Rafael Ribó a este diario antes del acto en la Masia Freixa. Son instrumentos de garantía "auspiciados por Naciones Unidas", herramientas "independientes de las administraciones públicas" que velan por la adecuación de las normas a la carta de los derechos humanos.

El gobierno autonómico encargó a la estructura la elaboración del plan, que en realidad será confeccionado, según el síndico, en este proceso de participación ciudadana, "en discusiones en círculos concéntricos", en un procedimiento plural de aportaciones "sin ninguna injerencia". El objetivo es construir un documento "que salga del tejido asociativo de Catalunya", de entidades y personas acostumbradas a trabajar en este ámbito. Ellas "han sido convocadas como protagonistas", destacó Ribó.

Control
En verano estará listo un borrador que la EDHC entregará al Parlament y al Govern para que lo asuman y lo sometan a consideración, pero no acabará ahí el papel de este movimiento. De suerte de fabricante pasará a controlador, pues constituirá un organismo de seguimiento para que el plan no se convierta en papel mojado.

El propósito es que el documento definitivo, según la EDHC, se concrete luego "en leyes, presupuestos y políticas públicas a corto, medio y largo plazo", para cumplir así las medidas propuestas. Para que el Pla de Drets Humans de Catalunya atraviese y marque tanto las previsiones como las intervenciones políticas.

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