Un candado impide el paso si no es por la fuerza y el precinto deja pocas dudas: "Cerrado por orden municipal". Los moradores de un bloque de pisos ubicado en la calle del Consell de Cent, en Sant Pere Nord, han debido buscarse la vida porque el edificio no es habitable, a tenor del diagnóstico emitido por el Ayuntamiento. Adolecía de riesgo de hundimientos.
Hace semanas que cinta de la Policía Municipal cruza la puerta de entrada a la finca. Hace semanas que los habitantes del bloque se vieron obligados a abandonarlo por orden del Ayuntamiento después de la inspección de un arquitecto. El gobierno municipal, a través de su servicio de Urbanismo, argumenta que el edificio disponía de una licencia de obras menores para la reparación estructural de una pared maestra, pero las obras no se llevaron a cabo en su momento porque los vecinos no se pusieron de acuerdo para iniciar los trabajos.
Transcurrió el tiempo y el arquitecto que había redactado el proyecto apreció un empeoramiento de la situación, según indica el Consistorio, y los moradores de la finca no estaban seguros allí. El edifio presentaba "riesgo de colapso", a tenor de la información trasmitida por el técnico al Ayuntamiento. Porque el arquitecto comunicó su dictamen al gobierno municipal, que acudió al bloque de pisos para realizar una inspección junto al técnico mencionado y agentes de la Policía Municipal.
En efecto, lo perentorio era desalojar el edificio de viviendas, radicado a unos metros de la esquina con la calle de Manresa, y a ello se aplicó la policía. Los vecinos debieron dejar atrás sus hogares.
Ayer por la tarde la puerta de entrada continuaba precintada, con el preceptivo adhesivo municipal y la cinta de la policía. Y el candado. A través de los cristales, sin embargo, se podía apreciar la presencia de piezas de apuntalamiento. Había siete puntales, al menos en el primer tramo de la escalera comunitaria. De la ranura de un buzón pendía un pasquín preelectoral.
