¿Cuándo se implicó en el movimiento vecinal?
Primero entré en la Asociación de Vecinos (AVV) de Propietarios de Les Carbonelles y a través de la misma llegué a la Federació d’Associacions de Veïns (FAVT), entidad que presido desde 2018.
¿A qué se debió su interés?
Hubo un momento en que me sentí motivada por involucrarme en los temas del barrio y de mi ciudad. Yo había estado afiliada a CCOO pero no militaba.
¿La FAVT goza de buena salud?
El movimiento asociativo atraviesa momentos complicados. Hay falta de recursos, no hay relevo. Es un problema porque las juntas no pueden ser eternas.
¿Qué papel desempeña la mujer en las plataformas de barrio?
Hay mujeres pero con poca responsabilidad directiva. Les cuesta dar este paso. Sin embargo, las que hay colaboran muchísimo en temas de organización de actividades.
Usted es la primera mujer presidenta de la FAVT. ¿Está cómoda?
Sí, aquí hemos dado un paso adelante hacia la igualdad. Me siento a gusto. Hay un respeto total y una relación de igual a igual.
¿Las mujeres tienen una forma de gestionar distinta?
Creo que tenemos más paciencia y calma pero, al mismo, tiempo somos más directas y efectivas.
¿Que temas preocupan a la FAVT?
Las asociaciones han evolucionado porque la sociedad ha cambiado. Ahora mismo hay temas clave como los residuos, las rieras, la vivienda, las ayudas sociales…
¿Son necesarias las asociaciones de vecinos?
Ya lo creo. Son las entidades que siguen preocupándose por los barrios y por la ciudad. Y también somos las que mediamos ante los políticos y las administraciones. Los políticos pueden tomar decisiones no adecuadas porque ellos no pisan mucho la calle.