Fueron pioneras en sus ámbitos en unos años en que todas las facetas de la vida pública estaban dominadas por los hombres. Abrieron camino y en muchas ocasiones debieron sentirse solas o bichos raros, o ambas cosas a la vez. Se trata de las catedráticas e investigadoras de la UPC Josefina Maíllo y Ascensión Riva; la enfermera y terapeuta ocupacional Bárbara Roller y la arqueóloga y profesora de la UAB Paloma González. Las cuatro dieron a conocer sus vivencias en un mundo dominado por hombres ayer en el Vapor Universitari, en una charla moderada por la periodista Marta Corcoy bajo el enunciado de "Conversa de pioneras".
Josefina Maíllo y Ascensión Riva fueron las primeras alumnas de la Escola Industrial, allá por los años 60, y las primeras mujeres, por tanto, en obtener el título de ingenieras en Terrassa. Bárbara Roller, de origen alemán, participó activamente en la elaboración del anteproyecto del primer plan de estudios de terapia ocupacional en España, en la década de los 90, y Paloma González fue pionera en introducir en el mundo académico la arqueología de género, un método de estudio de las sociedades del pasado que examina, por el sesgo de su cultura material, la construcción social de las identidades y de las relaciones humanas, además de recuperar la historia de las mujeres en las poblaciones antiguas.
Alcoy dio el pistoletazo de salida advirtiendo sobre la "sobreactuación" que, a su juicio, se da hoy en día en torno al feminismo y expresó su temor a que "no se trate más que de una moda pasajera". "La lucha del 8 de marzo tiene que darse los 365 días del año", afirmó, y añadió que "no nos debemos dejar arrinconar (por los hombres) ni deslumbrar ante tanta euforia feminista".
Riva y Maíllo fueron las primeras mujeres en estudiar en la Escola Industrial. La tercera no llegó hasta que ellas ya estaban en quinto de carrera. Lo recordaron ayer y también explicaron que, a rasgos generales, el trato que les dispensaron profesores y estudiantes fue bueno. "Todo el mundo nos aceptó muy bien", dijo Riva, mientras que Maíllo dio a entender que hubo un cierto trato paternalista.
A vueltas con su paso por la Escola Industrial, Maíllo afirmó que en aquellos tiempos la escuela "era tan masculina que no había lavabos para chicas". Y acabó su intervención con unas cifras sobre los puestos de responsabilidad que ocupan las mujeres en el mundo de la enseñanza, bajas, para zanjar: "Todavía la cosa está cruda".
Puestos de responsabilidad
Bárbara Roller, nacida en Alemania, llegó a Catalunya en 1989 para estudiar un año y acabó quedándose al cruzarse el amor en su vida. "Quería ser bióloga, pero en mi casa se decidió que una mujer no podía ir a la universidad", dijo. Y entonces estudió enfermería, una profesión muy femenizada, recordó, aunque le encanta. Sus ansias por aprender la llevaron luego a estudiar terapia ocupacional y vino a Catalunya por ese motivo. Una vez aquí, participó en la elaboración del anteproyecto del primer plan de estudios de terapia ocupacional. Roller resumió su experiencia vital con una idea: "capacidad de resiliencia".
Paloma González dijo claro y alto que "no hay igualdad de oportunidades en el mundo académico". Y abundó: "No es que haya una exclusión explícita (de las mujeres) para ocupar puestos de responsabilidad, pero culturalmente siempre ha habido una preferencia por los hombres".