Terrassa

Asociaciones de vecinos con voz de mujer

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, Diari de Terrassa ha indagado sobre la presencia femenina en el movimiento vecinal de la ciudad. La Federació d’Associacions de Veïns de Terrassa (FAVT) acoge en la actualidad veinticinco entidades federadas, de las cuales la propia entidad y siete más están presididas por mujeres. Son Les Carbonelles (el sector de propietarios), Can Tusell, Ca N’Anglada, Ègara, Plaça Catalunya-Escola Industrial, Poble Nou-Zona Esportiva y Torresana. Entidades y barrios algunos de ellos con larga trayectoria pero que históricamente siempre han contado con hombres en la presidencia hasta que algunas mujeres han optado por tomar el relevo y ponerse al frente.

Hemos contactado con algunas de ellas para conocer cómo se implicaron en el movimiento vecinal y cuál es la valoración que hacen de su trabajo de voluntariado. Y en las líneas siguientes hacemos una descripción, una síntesis a partir de las entrevistas realizadas que publicamos en esta doble página. Ponen la voz Dolors Lledó Alcalà, presidenta de la FAVT y de la sección de Propietarios de Les Carbonelles; Carmen Martínez Rodríguez, de la AVV de Poble Nou-Zona Esportiva y Ruth Hivernon Martín, de la AVV de Torresana.

Primera militancia
A las dos primeras les une el hecho de que han sido las primeras féminas en ocuparse de una presidencia vecinal y a las tres la voluntad desinteresada de implicarse a favor del barrio donde viven y/o han estrechado vínculos. También les vincula que la presidencia vecinal es su primer trabajo a fondo en una entidad local. Nunca han militado en partidos ni en organizaciones sindicales. Dolors, Carmen y Ruth llegaron a su entidades por tener, dicen espíritu colaborativo. Primero ocuparon cargos en la junta y después accedieron a la presidencia.

Las tres valoran su decisión como positiva porque les ha premitido tener un conocimiento más próximo del barrio y de los vecinos. Opinan al unisono que las AVV, así como la FAVT, son totalmente necesarias en tanto que asumen una doble función. Por un lado, el de preocuparse por los temas del barrio , su mejora y cohesión; y de otro el de mediar con las administración, con los políticos. Afean a los políticos que pisan poco la calle y que las asociaciones son un un buen interlocutor entre el territorio y el despacho de la alcaldía en el Raval de Montserrat. Cuentan las tres que se sienten plenamente cómodas en un mundo, el vecinal y el político, donde los hombres mantienen la mayoría. Dicen que siempre se han sentido respetadas y apoyadas y que, en algún caso, incluso sobreprotegidas pero no por el hecho de ser mujer sino por la edad (lo dice Ruth, con una sonrisa, que es la más joven de ellas). Las presidentas coinciden en que las mujeres tienen una forma de gestionar diferente. Dolors, Carmen y Ruth subrayan que apuestan más por el diálogo hasta que ese se agote en lugar de salir a al calle a manifestarse. Pero matizan que su persistencia y constancia en buscar puntos de acuerdo no evita que acaben movilizándose si la demanda lo requiere. Aseguan que huyen de partidismos y que si los hay, aconsejan dejarlos en la puerta. Su lema de cabecera es el barrio, el bienestar de los vecinos y conseguir solventar los problemas. Algunas reclamaciones de antaño, como la urbanización de calles y los servicios básicos, están superadas pero otras, como la vivienda social, han vuelto a la cabecera de las agendas por causa de la grave crsisi y la falta de trabajo.

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