Terrassa, otra vez, volvió a estar ayer en el foco policial por un operativo contra el tráfico de drogas, de marihuana. Los Mossos d’Esquadra desplegaron una macrorredada en varias poblaciones, la nuestra entre ellas, con entradas y registros en inmuebles. En Terrassa, en dos viviendas: una en la calle de Olot y otra en la del Príncep de Viana.
Las pláticas vecinales se sucedían en las esquinas una vez el dispositivo, vasto, llamativo, quedó desmontado a media mañana. La persencia de tantos agentes era la comidilla en un sitio y otro. Los mossos iniciaron los registros a las siete de la mañana de manera simultánea en todos los sitios vigilados. "Había mossos con unas metralletas así de grandes", contaba un vecino de la calle de Olot, en Les Arenes-La Grípia-Can Montllor, aún deslumbrado por el dispositivo ejecutado en ese lugar.
A las ocho de la mañana una vecina salió del bloque, un edificio de dieciocho viviendas ubicado junto a la esquina con la calle de Ibáñez de Aldecoa, y se encontró con aquello: con furgones, con agentes armados y vigilantes. Preguntó qué pasaba. "Nada, un asunto de drogas", recibió a modo de respuesta. Los agentes habían entrado una hora antes en un piso del bloque, en los bajos. Se trataba de una vivienda habitada por dos personas, un hombre y una mujer, con menores. Según el vecindario, los mossos se llevaron a dos detenidos "y sacaron de la vivienda varias cajas". Los arrestados vivían allí "desde hacía siete u ocho meses" y no habían generado incidente alguno. Tampoco se percibía en la comunidad el olor a marihuana que impera en otros sitios. "Lo que sí veíamos era la entrada y salida continuada de mucha gente", explicó un residente en la zona.
Avanzaba la mañana y la policía proseguía sus diligencias tanto en la calle de Olot como en la del Príncep de Viana, en Can Boada, donde se llevaba a cabo la segunda intervención de la redada en lo que pertocaba a Terrassa.
Allí, en Príncep de Viana, justo enfrente del casal cívico Terrassa-Can Boada, también estuvieron los mossos casi cuatro horas. Registraron una casa vieja, de planta baja y primera planta, a unos treinta metros de la esquina con la Ronda de Ponent. "La casa está en mal estado, pero entraba y salía gente un poco rara", recordó una vecina veterana que había conocido a los antiguos moradores del inmueble y ha sido testigo del deterioro del mismo. La puerta de entrada presentaba signos de forzamiento. Por allí salieron unos cuantos mossos, a eso de las once de la mañana, con sacos que contenían material.
La redada, tanto en Terrassa como en otros núcleos, como Sant Joan de Mediona (cinco inmuebles registrados) y Tordera (uno) se saldó, al menos, con siete detenciones y el decomiso de plantas de maría. El operativo lo dirigió la Divisió d’Investigació Criminal (DIC).