El pleno de febrero abordará esta tarde tres proyectos de calado en el ámbito urbanístico, el primero de las cuales tiene que ver con la modificación del Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM), para suprimir la obligatoriedad a los promotores de los nuevos sectores de incorporar el sistema de recogida neumática a sus proyectos. Además, el pleno votará el plan para convertir la Masia Egara en un hotel y la remodelación de la Rambleta del Pare Alegre.
La recogida neumática centrará buena parte del debate político esta tarde. El gobierno fundamente su decisión en el elevado coste de implantación y de explotación del sistema de recogida de residuos. También en la repercusión que la obligatoriedad impuesta por el POUM de 2003 estaría teniendo en el impulso de nuevos sectores urbanísticos en la ciudad, como el Vapor Cortés o Sala Badrinas.
La modificación del POUM necesita mayoría absoluta en el pleno, donde el PSC la tiene garantizada esta tarde después de que al apoyo inicial de PP y Cs se sumará, como así anunció en comisión, el PDeCAT. Las cuatro formaciones suman 15 votos en un pleno de 27.
El hotel de la catalogada Masia Egara llega esta tarde al pleno después de que el dictamen saltara del orden del día en enero por falta de consenso político. Finalmente, el gobierno llevará hoy a aprobación provisional el plan especial de Ca n’Amat de la Muntanya, que prevé la rehabilitación del conjunto para instalar un hotel de 64 habitaciones, que complementará las actividades de restauración que desde hace años acoge el complejo.
El tercer dictamen urbanístico dará via libre a la transformación del primer acceso a la ciudad por la Rambleta, a través de un plan de mejora urbana que renovará por completo la fachada sur de Terrassa. En este caso el gobierno cuenta con la complicidad de Cs y PDeCAT. Ambas formaciones garantizan la mayoría simple necesaria para la aprobación definitiva del plan.
El proyecto, tal como informábamos detalladamente en nuestra edición de ayer, contempla la construcción de una rotonda frente al Hotel Don Cándido que ordenará y pacificará el tráfico procedente de la C-58. La Rambleta pasará a tener dos carriles de salida y uno de entrada. La calle Tren de Baix, que se remodela por completo, tendrá dos carriles de subida y se suprimirá una línea de aparcamiento para ampliar las aceras. El plan prevé un edificio de viviendas y oficinas frente al Don Cándido que tendrá bajos comerciales y dos o tres plantas de parking subterráneo. En la calle Tren de Baix se edificarán nuevos bloques de viviendas, uno en el tramo norte, sobre el suelo que hoy ocupa la gasolinera, que desaparecerá.
El pleno de hoy, uno de los más densos del mandato en materia de gestión pública, votará también las nuevas tarifas del taxi y el Pla Estratègic d’Economia Social i Solidària de Terrassa 2019-2016.