Uno de los compromisos del Pacto por la Limpieza y la Recogida Selectiva de Residuos pasa por reforzar el servicio e intensificar las medidas contra el incivismo. Para darle cumplimiento, el pasado septiembre el Ayuntamiento reforzó el servicio de inspección con la contratación de cinco personas (cuatro inspectores y un coordinador) para trabajar en horario de tarde. Así, desde hace unos cinco meses, en Terrassa hay inspectores en la calle durante todo el día (por la mañana ya funcionaba un equipo), que comprueban in situ la gestión correcta de los residuos por parte de la ciudadanía, detectan conductas incívicas y denuncian a las personas que cometen las infracciones.
Uno de los primeros resultados de este refuerzo ha sido el incremento de hasta un 217% del número de expedientes sancionadores de residuos registrados en 2018, en comparación con 2017. En total, en 2018 se abrieron 596 expedientes, de los que 440 se tramitaron en el último trimestre del año, coincidiendo con la actividad del nuevo equipo de inspectores por la tarde, que realizó un total de 1.978 entrevistas a particulares y empresas para averiguar el origen de las infracciones detectadas.
De este modo, del total de expedientes sancionadores de residuos registrados en 2018, prácticamente el 74% se abrieron en el último trimestre del año, coincidiendo la ampliación del servicio de inspección a horario de tarde.
Vecindario
El teniente de alcalde de Territorio y Sostenibilidad, Marc Armengol, explicó que "la imposición de sanciones refuerza otras acciones contempladas dentro del Pacto por la Limpieza y la Recogida Selectiva para mejorar el servicio, como serían las inversiones realizadas para aumentar el personal, renovar la flota de vehículos y ampliar el sistema de recogida de carga lateral".
Para Armengol, "el programa de inspección ha demostrado ser una buena herramienta de actuación, y complementa las diferentes campañas de sensibilización y concienciación realizadas en este mandato, como la de ‘Terrassa Més Neta’, que ha llegado cerca de cien mil viviendas y ha superado la cifra de los doscientos mil residentes".
De los 596 expedientes sancionadores registrados en 2018, un total de 46 fueron abiertos a instancia de la Policía Municipal, con quien se trabaja de manera coordinada.
Los agentes investigan, siempre que es posible, la responsabilidad de las infracciones que encuentran hablando con el vecindario y contribuyendo, así, a acabar con la sensación de impunidad que tienen algunas personas que llevan a cabo acciones incívicas pensando que nunca habrá consecuencias.
Asimismo, un total de 550 expedientes se abrieron por la intervención directa del servicio municipal de residuos.
El 66% de los 596 expedientes abiertos durante 2018 fue por hacer un uso incorrecto de los contenedores (154 por abandonar los residuos en la acera, 135 por dejar residuos en los contenedores que son objeto de un servicio específico y 107 por no depositar las diferentes fracciones en los contenedores específicos). También se impusieron sanciones por dejar residuos voluminosos en la calle sin concertar previamente su recogida (44) y por no gestionar los residuos comerciales de acuerdo con lo que dicta la ordenanza (30 expedientes).
El importe conjunto de las sanciones impuestas en 2018 fue de 182 mil euros. De esa cifra, 112 mil euros corresponden a los expedientes iniciados a partir de septiembre, que son la gran mayoría (74%).
Las multas más numerosas fueron las de 200 euros (447 expedientes), seguidas de las de 600 euros (59 expedientes), 250 euros (23 expedientes) y 300 euros (22 expedientes). Solamente se abrieron cuatro expedientes cuyas sanciones superaban los mil euros ( de 1.080 a 16.800 euros).