Pintura roja otra vez. Otra vez ataques contra las sedes de partidos políticos y el local de la ANC en Terrassa. Pasó el 21 de noviembre con los mismos protagonistas destinatarios y volvió a pasar ayer en las sedes del PDeCAT, la CUP, TeC y ANC-Terrassa per la Independència, todas en el Centre.
Los efectos de la acción, pues sin duda se trató de una sola acción coordinada en todos los sitios, se fueron conociendo a medida que avanzaba la mañana y las reacciones se sucedían en las redes sociales. La CUP informó del ataque en su local, en el número 155 de la carretera de Montcada, en Twitter y destacó que ya había sufrido, con el de ayer, cuatro actos vandálicos.
Lo subrayó Marc Medina, concejal de la coalición independentista, en su cuenta: “Quieren hacernos callar por defender una ciudad para todas”. El edil anticapitalista, al igual que hizo la CUP en otro mensaje, clamó “contra el discurso del odio” y por anteponer a ese discurso “la sonrisa de la lucha colectiva”. La CUP tenía previsto reunirse ayer por la tarde “de urgencia” para tratar el asunto y anunciar la campaña #EstimaElBarri “en contra del discurso de la ultraderecha que fomenta estos ataques” y promover un acto “en favor de la cohesión vecinal” que celebrará el sábado.
También amaneció con pintura en su fachada la sede de Terrassa en Comú (TeC) en el paseo del Vint-i-dos de Juliol. Como el 21 de noviembre pasado. Xavi Matilla, portavoz del grupo municipal de TeC, habló del acto vandálico: “Parece que a algunas personas de esta ciudad les molesta que existamos. Estas acciones intolerantes y agresivas nos refuerzan en nuestro compromiso para construir una sociedad más justa y hacer de Terrassa una ciudad mejor”.
Solidaridad
Miquel Sàmper, edil del PDeCAT, expresó “toda la solidaridad” con los afectados y su “firme condena” a una agresión perpetrada “por personajes inacapaces de respetar la libertad y la pluralidad ideológica y política”. Montserrat Caupena, presidenta del partido en Terrassa, publicó una foto de la sede (en la calle Nou de Sant Pere) pintarrojeada: “Esta es su democracia, su manera de dialogar, pero “¡no nos tumbarán!”, manifestó. El lugar de reunión de la ANC-Terrassa per la Independència, en la calle del Nord, sufrió asimismo un ataque.
Javier González, edil de Ciutadans, afirmó su condena y declaró que los partidos son “elementos fundamentales de diálogo en un país democrático”. El PSC expresó su solidaridad: “La intolerancia y las muestras de odio no tienen cabida en una democracia”. ERC hizo lo propio. El edil Isaac Albert calificó lo ocurrido de “lamentable ejemplo de la falta de cultura democrática de algunos gamberros”.