Hay estudios que lo demuestran: incorporar elementos lúdicos en los hospitales reduce en los niños hasta un 73 por ciento la ansiedad y en un 53 el miedo. Ya que se ven obligados a permanecer entre las cuatro paredes de un centro sanitario, mejor que el entorno les sea más propicio. Eso es lo que pretende Unidos por Ellos, una agrupación de tres entidades solidarias que ha impulsado un proyecto “para humanizar la planta de pediatría del Hospital de Terrassa”. Y el hospital del Consorci Sanitari de Terrassa ha hecho suyo tan loable plan, cuya financiación irá a cargo de las entidades, que recogen fondos para este programa ilusionante. El domingo se inauguró la primera fase.
Unidos por Ellos está integrado por Max i Aleix Todos contra la Histiocitosis, Cors Lluitadors de Duchenne y El Sueño de Aaron, tres asociaciones egarenses formadas por familiares de niños con enfermedades minoritarias. Familias que están demasiado acostumbradas a los pasillos de hospitales. Familias que meses atrás resolvieron dar un paso para modificar el entorno lúgubre de un centro, el Hospital de Terrassa, en el que precisamente la planta 11, la de pediatría, quedó al margen de la profunda renovación emprendida en el edificio años ha. Unidos por Ellos no deja de lado su trabajo habitual, orientado al fomento de la investigación médica, pero pretende engrandecer su legado con un nuevo proyecto: “Nos hemos propuesto humanizar la planta de pediatría del Hospital de Terrassa y unir actos y colaboraciones para financiar el proyecto”. Quieren mejorar la experiencia del paciente infantil ingresado, decorando las paredes y “estableciendo espacios temáticos”, tales que un fondo de mar o una selva. El objetivo: conseguir que las obligadas hospitalizaciones de niños “sean menos apáticas y más tiernas”.
El Consorci Sanitari de Terrassa (CST), del que depende el Hospital, se ha involucrado en el proyecto. Admite que la decoración de la planta pediátrica “no está (estaba) adaptada al paciente infantil”. Es “sobria y apagada” y genera un entorno “estéril, frío y muy serio”, una estética predominante en muchos centros pero inadecuada “para bebés, niños y adolescentes”.
Más luz en las paredes, más alegría para rebajar la ansiedad con colores y conceptos. “Creemos que este cambio puede guiar la mente de los pacientes y familiares por diferentes universos de fantasía, y de esta manera pueden desconectar de la realidad tan dura que están viviendo”, apunta el hospital, consciente de que la decoración en marcha puede evocar alegría en los niños, y animarlos, y lograr olvidar la intimidación que acarrea el entorno sanitario. El centro de la carretera de Torrebonica esgrime un estudio de la Universidad de Nuevo México, el que concluye que los elementos lúdicos en hospitales reducen hasta un 73 por ciento la ansiedad y un 53 el miedo.
Los dibujos incluirán a niños en sillas de ruedas y otras situaciones que contribuyan a normalizar “el estado en que se encuentran los pacientes en la sociedad”. Ese es otro propósito del proyecto: procurar que los pacientes afronten con mayor facilidad su situación “y no se sientan aislados o excluidos”. Los nuevos ambientes “atenderán también los aspectos multirraciales y multiculturales de la sociedad”.
Entorno amable y relajado
La realidad de la hospitalización es la que es, pero puede ser más amena mediante la psicología positiva, aduce el Hospital de Terrassa sobre este programa para llenar de colores pasillos y habitaciones, porque un enfermo “feliz y positivo se cura antes”. La decoración nueva redundará también en los profesionales sanitarios, destaca el consorcio: “El entorno amable y relajado facilita una relación terapéutica que mejora el tratamiento y el cuidado en el paciente, así como el ánimo de los profesionales”.
La primera intervención se realiza en el vestíbulo de la planta 11. Luego, entre marzo y mayo próximos, le tocará a unas habitaciones y en la siguiente fase, entre junio y septiembre, a un pasillo. El remozado vitalista llegará después al área de neonatología.