Meritxell Lluís afronta el juicio al "procés" como presidenta de la Associació Catalana Pels Drets Civils. La esposa de Josep Rull cree que "la instrucción anuncia un juicio injusto" y espera que la vista sea un altavoz que permita a los políticos independentistas "defender su inocencia ante el Estado y ante el mundo".
¿En qué estado de ánimo llega Josep Rull al juicio?
Como el resto de presos lo afronta con serenidad y firmeza, desde la convicción de que no se cometió ningún delito.
El TS ha rechazado las tres semanas que pedían los abogados para preparar la vista. ¿Teme que afecte a la eficacia de la defensa? ¿A las condiciones en que los procesados llegan a la vista?
La petición de tres semanas no eran ganas de alargar el juicio. Es que no estaba toda la prueba a disposición de los letrados, es que el día del traslado a Madrid ni se sabía la fecha del juicio. Técnicamente están preparados, hace mucho tiempo que trabajan la vista. Pero está claro que físicamente no es igual hacer cada día decenas de kilómetros para regresar a la celda que preparar tu defensa durmiendo todas las noches en casa.
¿Comparte la idea de que el Tribunal Supremo tiene la sentencia escrita o confía en que la defensa pueda desmontar las imputaciones de rebelión, desobediencia y malversación?
Nuestro abogado dice que la única resolución posible es la absolución, pero la instrucción apunta a un juicio injusto en parámetros internacionales. Creo que si la letra y la música no están escritas, alguien las tiene en la cabeza. A mí me gusta pensar que el juicio es una oportunidad para explicar que el 20 de septiembre y el 1 de octubre de 2018 no se hizo nada mal y que el Supremo puede cambiar de opinión al oír nuestros argumentos. Si no es así, el juicio será un altavoz, una oportunidad para que se oiga la versión de los presos políticos en todo el Estado y en el mundo.
¿Cómo lleva personalmente la posibilidad de una condena y un recurso a Europa que puede prolongarse 5 o 6 años?
Pues mal. Si no hay absolución iremos al Tribunal de Estrasburgo porque las injusticias hay que perseguirlas hasta el final. Porque no estamos ante un juicio al "procés", sino ante una vulneración de derechos humanos, un juicio a la democracia. Esta sentencia marcará un antes y un después en la calidad democrática de España y en la vida de la ciudadanía.
¿Ha pensado en alguna vez que el exilio hubiera sido mejor opción?
En absoluto. Esa fue una decisión personal, aunque debo reconocer que pensábamos que no se atreverían a encarcelarlos. Lo hicieron y, tras dejarlos en libertad, regresamos a la Audiencia Nacional con la bolsa preparada, convencidos de que volverían a prisión. Pudieron exiliarse y no lo hicieron. Reconociendo el trabajo del exilio, Josep en ningún momento se lo planteó.
El juez Llanera no lo vio así.
Pero es que la prisión preventiva ha sido un castigo, una venganza, una manera de generar miedo en la población. Por eso es tan importante mantener el símbolo amarillo y dejar claro que no nos asusta nada.
¿Le preocupa que el juicio se convierta en el plató electoral de Vox?
Que un partido de ultraderecha sea acusación particular ya es una anomalía. Por eso debe quedar claro que aquí lo que se debate no es la independencia, lo que nos jugamos es la democracia. Defendemos poder vivir en un país donde nadie sea enviado al exilio o encarcelado por pensar diferente, siempre que lo haga pacífica y democráticamente, como así fue. Se están vulnerando derechos en toda España. Josep ha recibido cartas de personas que rechazan la independencia, pero aseguran ver amenazada su libertad.
¿Cómo cree que influirá el juicio en las elecciones municipales?
Hace muchos tiempo que nuestra vida no es normal ni a nivel personal y de país. Afectará, pero no me atrevo a predecir qué pasará.
En Terrassa el independentismo irá a las urnas por separado. ¿Cómo cree que afectará al resultado?
Deberíamos haber ido juntos porque juntos sumamos. Se podía haber hecho y no ha sido así por falta de voluntad política. No culpo a ERC ni a nadie, respeto a quienes creen que separados ganamos votos, pero la experiencia de Junts pel Si en Terrassa fue muy bien… y estamos en un momento excepcional a nivel de país y en Terrassa, donde el gobierno socialista lleva demasiados años.
PDeCAT podía haberse sumado a la candidatura de la ANC y no lo ha hecho.
Porque defendíamos la unidad. Y no se daba. Personalmente apuesto por los consensos y lo he demostrado siempre, también durante los dos años en el gobierno de la ciudad. Insisto no culpo a nadie, pero todos deberíamos haber puesto un poco más de empeño.
¿Porqué rechazó ser cabeza de lista? ¿Espera a mejor momento?
No es cuestión de esperar mejor momento, es que este no era el momento por mi situación personal, creo que puede entenderse. No descarto nada, el futuro dirá, porque para mi es más importante trabajar por construir una ciudad mejor que el lugar desde dónde lo haga.
