Es terrassense de adopción, tiene 64 años, nació en Italia pero de pequeño sus padres emigraron a Venezuela. Allí abrió negocios. Uno de ellos se lo expropió Chávez hace más de una década. Se lo quitaron por sus posicionamientos políticos, asegura: "Me lo dijo un funcionario. Me confesó que no podían tener a nadie contrario a los alineamientos del régimen".
Prefiere mantenerse en el anonimato. Es opositor, pero no se significó en política de forma explícita, pero sí con una ONG que quiso reorientar y asesorar a Chávez por sus errores, "por sus violaciones de plazos y de las reglas del juego". "¡Si hasta los que instauraron las cajas (urnas) electrónicas se marcharon del país al ver el fraude!". Dice este terrassense de nuevo cuño, que abrió hace un mes un comercio en nuestra ciudad, que la deriva del chavismo empezó con "un autogolpe" de Chávez, que él cree una estrategia del difunto presidente, "asesorado por Fidel Castro", para identificar a los fieles y a los descreídos: "¡A quien protagonizó el golpe lo condecoraron!". Cuando luchó contra la expropiación de su empresa, simplemente le bloquearon los suministros para obligarlo a echar la persiana. "Tuve que levantar los brazos". Diez años atrás las represalias cristalizaron en tiros: unos tipos dispararon a la fachada de su casa y a su establecimiento.
Hace un año, viajó a Europa a visitar a unos familiares. Su hija vive en Terrassa. Le cambió el pasaje y le hizo quedarse aquí. Ha dejado atrás su país y un buen número de recuerdos amargos: el asesinato de su primo en un restaurante a manos de unos atracadores, el secuestro de su esposa y su suegra en un robo, el crimen que se llevó por delante a un amigo íntimo al que unos delincuentes raptaron y quemaron por la demora en el pago del rescate, el asesinato de su suegro en una balacera, las carencias de agua corriente en su distrito durante un año y medio.
La estrategia
"Allí han quebrado las ensambladoras de vehículos y las empresas de caucho para neumáticos. Exportábamos cemento y ahora no tenemos ni para la producción nacional". Afirma que el régimen busca el caos delictivo para sustentar en él su poder político. "Chávez hipnotizó a muchos con su discurso por los pobres, contra el hambre. Y ahora hay más hambre que nunca. El socialismo es miseria. Con el hambre se domina al pueblo. Por pura estrategia han expulsado a quienes tenían algo de dinero".
Para este hombre, Guaidó encarna la esperanza: "Percibo acuerdo entre partidos por primera vez en mucho tiempo. Han entendido que se enfrentan a un monstruo muy bien asesorado por los cubanos. La oposición ha emprendido una unión de necesidad con una sola voz y un solo discurso".
