La organización no gubernamental Mans Unides llevará a cabo este domingo, 10 de febrero, el acto central de su campaña de sensibilización que consistirá en la recolecta de fondos en las parroquias para financiar sus proyectos solidarios en todo el mundo, fundamentalmente destinados a niños, jóvenes y mujeres de países y zonas muy vulnerables.
En esta edición, la campaña lleva como lema "Creemos en la igualdad y en la dignidad de las personas" y la imagen es la de una mujer en un paisaje remoto, desolado. Sobre la fotografía, en blanco y negro, reza otro lema reivindicativo que dice así: "La mujer de siglo XXI, ni independiente, ni segura, ni con voz".
Miembros de la delegación local de Mans Unides subrayaron, ayer, la importancia del papel de la mujer en esta organización que celebra sus años de vida. "Corría el año 1959 cuando un grupo de mujeres de Acción Católica, como Glòria Oliva, fundaron un grupo egarense para trabajar por las causas justas", recordó ayer el hermano marista Miquel Cubeles junto a Elisendia Garcia, presidenta delegada diocesana de la entidad.
Cubeles y Garcia agradecieron el trabajo realizado hasta la fecha por Glòria, presente en el acto junto a otras voluntarias como Elvira Armengol, que estaba a su lado. "Fueron mujeres valientes, comprometidas, que lucharon por la equidad y ahora, seis décadas después, recogemos los frutos. La mujer es sinónimo de pobreza en muchos lugares del mundo y su rostro cambia cuando empieza a creer en si misma", remarcó Elisenda Garcia. "En pleno siglo XXI hay millones de mujeres que no gozan de los valores humanos necesarios, como la independencia; no tienen voz", añadió Cubeles. En este contexto, ambos remarcaron que Mans Unides ha puesto siempre su atención en la educación, sanidad, economía, promoción social y mujer. En el campo educativ, Cubeles colabora con el proyecto "Fratelli" en el Líbano para niños refugiados de las guerras de Siria e Irak.
Labor en Líbano
El hermano marista participa en una de las acciones que colideran las congregaciones religiosas de Maristas y La Salle en aquel país. Se incorporó hace tres años en una escuela, en Saidón (a cuarenta kilómetros de Beirut, la cual ha beneficiado ya a más de 1.500 niños. Explicó que el proyecto arrancó con la recuperación de un edificio escolar y después con las clases. Significó que que, en la actualidad, acoge a unos ochocientos niños en dos turnos, de mañana y tarde, de edades entre los 3 y los 24 años.
Señaló también que el programa no es solo educativo en tanto que también realiza un servicio comunitario integral. "Acogemos a los niños pero son niños que llegan con la herida de la guerra y, por tanto, hay que ayudarles en temas de psicología, de salud, de alimentación…Es muy importante este acompañamiento socioemocional para que puedan insertarse en la sociedad, recuperar la esperanza y la ilusión de vivir". Cubeles considera que el proyecto puede ser un buen modelo para otros países y zonas. " ‘Fratelli’ quiere decir "hermanos". Hemos empezado en Libia pero con vocación de implantar esta acción en África, en la frontera de Estados Unidos con México y en la Amazonas", citó.