No todo el mundo es candidato para optar a ingreso domiciliario", apunta el doctor Ramírez de Arellano. "Para que un paciente pueda acceder a hospitalización en casa debe haber un diagnóstico claro, no una sospecha diagnóstica, y debe estar estable clínicamente".
Además, tanto el enfermo como la familia deben estar de acuerdo con abandonar el hospital y seguir el tratamiento en el entorno doméstico. Previamente el equipo de atención domiciliaria les habrá informado del estado clínico y de la atención que se dispensará en casa.
En la mayoría de los casos, los ingresados prefieren regresar al hogar, pero si lo rechazan seguirán en el hospital. Si optan por ir a casa, los pacientes deberán contar con "una persona que les acompañe el máximo de horas. No es necesario que estén vigilados día y noche, pero si que haya un familiar o persona que conviva o esté pendiente".
Tanto el paciente como el cuidador tendrán contacto telefónico las 24 horas. Durante la hospitalización domiciliaria, el usuario se considera ingresado a todos los efectos, de manera que el Hospital de Terrassa debe garantizar una correcta asistencia. Durante el ingreso domiciliario, la infraestructura diagnóstica y terapéutica del hospital estarán a disposición del paciente, que podrá acceder a las pruebas como si estuviera ingresado en planta.