Terrassa

“Me estimula pasar del drama a la comedia y viceversa”

Bertolt Brecht, uno de los grandes autores clásicos del siglo XX, entra hoy en la Sala Gran del Teatre Nacional de Catalunya (TNC). Lo hace con "La bona persona de Sezuan", un montaje que se presenta, a todas luces, como muy buena factura por el reparto actoral, por la escenografía y por la música en directo. Míriam Alamany, actriz muy vinculada a Terrassa por ser pareja en la vida real del actor Carles Martínez, participa en este montaje de Oriol Broggi.

¿Qué cuenta la obra de Brecht?
Es una fábula. Tres divinidades buscan por todo el mundo a personas bondadosas. Una prostituta los acoge y le ofrecen mucho dinero a cambio de que sea buena persona hasta la muerte. Ella, que se llama Xen Te (personaje que interpreta Clara Segura), abre un estanco de tabaco y por allí pasan una serie de personajes que condicionan el compromiso que ha adquirido con los Dioses.

¿Su mensaje es vigente?
Brecht siempre pervive. Es una historia de cuento ambientada en un lugar imaginario de China pero con mensaje. El relato, en el fondo, es una reflexión sobre la bondad, las buenas acciones y hasta qué punto estamos dispuestos a actuar de una forma u otra.

¿Qué personaje interpreta usted?
Es un trabajo coral. Hay doce actores y buena parte de estos hacemos dos y hasta tres personajes. Yo hago tres, entre estos una madre de familia numerosa que va en busca de la propietaria del estanco, antes prostituta, para pedirle dinero y aprovecharse de ella.

¿Qué ha supuesto para usted participar en este montaje dirigido por el premiado Broggi?
Me hizo mucha ilusión la propuesta de Broggi. Yo había trabajado hace muchos años con él en la obra "Passat el riu", en la Biblioteca de Catalunya, con Marissa Josa y la malograda Àngels Poch, las dos de Terrassa. Broggi es un director que tiene las ideas muy claras y que sabe aprovechar bien los recursos. El director de La Perla 29 suele rodearse de un equipo artístico muy potente y siempre motiva compartir sus proyectos. Y, por otro lado, era, es, mi primer Brecht. Así que acepté la invitación enseguida. Brecht es un gran autor. Hay pocos como él. Es una garantía de entrada y más si tiene la traducción de Feliu Formosa, también estrechamente vinculado a Terrassa.

Sí, evidentemente, no ha sido posible porque era un viaje muy costoso y largo. Pero, bueno, hemos propuesto hacer alguna inmersión en la comunidad china. De hecho, en esta ocasión, quizás no era tan importante porque "Sezuan" es un lugar idílico. Se puede traspasar a cualquier lugar del mundo si aparecen los dioses para poner a prueba la bondad del ser humano.

Empieza el año por todo lo alto, en el primer espectáculo del TNC y de la Sala Gran
Ya lo creo, no me puedo lamentar. Y más sabiendo que tengo la agenda llena hasta el verano y, además, con propuestas que me hacen muy feliz porque son obras unidas por un fuerte compromiso social.

¿Qué llegará después de Brecht?
El 2 de mayo estrenaremos "Orsidi", de Aleix Aguilà, con dirección de Xicu Masó y también en el TNC pero en la Sala Tallers. Esta es una obra que aún se reescribe y haremos la primera lectura la semana próxima. Es un texto muy actual porque habla sobre el terrorismo, sobre las causas que provocan que una persona opte por esta vía de violencia. El detonante es la aparición de un artefacto un día que vamos de boda.

¿Y después?
Después me mudaré a la Biblioteca de Catalunya , sede de La Perla 29, donde el 12 de junio estrenaremos "Això ja ho he viscut", del autor británico. J. B. Priestley, con dirección del terrasense Sergi Belbel. Ahí comparto reparto como mi pareja, el también actor Carles Martínez. que, precisamente , ahora está en el TNC con "Afanys d’amors perduts".

Con estas tres obras que interpretará de aquí a junio, ¿tendrá oportunidad de cambiar de registro?
Son autores e historias muy contundentes., que espero que tengan éxito. Las primeras impresiones de las prefunciones de "La bona persona de Sezuan" son muy buenas. Las tres piezas hablan de temas sociales y algunas, como "Orsini", despuntan más dramatismo. Pero creo que soy una actriz sin registro concreto y todos a la vez. Me enfundo en el drama y en la comedia de un modo natural. Y esto me favorece porque no me han encasillado. Y es más estimulante pasar de un rasgo a otro porque aprendes más. Y también me siento bien cuando hay montajes corales, como el de Brecht, y otros más íntimos como los de Xicu Masó. En el coral hay que remar todos, como si fuera un Transatlántico; en equipo y en una sola dirección.

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