El Consorci Sanitari de Terrassa pone en marcha un servicio de hospitalización domiciliaria que permitirá a los pacientes que requieren ingreso ser atendidos en casa por un equipo de profesionales del Hospital de Terrassa. El dispositivo ya está en marcha y persigue el doble objetivo de que el usuario disfrute de las comodidades de su domicilio y su entorno familiar, sin renunciar a una atención especializada, y liberar camas en urgencias y en el hospital, especialmente en momentos de alta congestión como durante la epidemia de gripe.
La hospitalización domiciliaria está indicada para pacientes ingresados en el hospital que registran una clara mejora clínica y que pueden ir a casa, donde se les administrará el tratamiento que necesiten, antibiótico, endovenoso, oxigenoterapia. También para personas que llegan a urgencias y que, tras ser diagnosticadas y fijado el criterio de ingreso, se valora que pueden recibir la atención en el domicilio.
El tercer colectivo candidato a ingreso domiciliario son los pacientes de los hospitales de día que precisan ingreso, seguido de los usuarios de residencias geriátricas que registran un proceso agudo y de la propia atención primaria, cuando un paciente requiere ser atendido de urgencia e ingresado.
En todos los casos los equipos médicos contactan con el equipo de hospitalización domiciliaria, que es el que evalúa los criterios que aconsejan la alternativa del ingreso en el ámbito doméstico.
"Hace tiempo que en el Consorci Sanitari de Terrassa evaluamos dispositivos alternativos al ingreso convencional", explica Manuel Ramírez de Arellano, director del ámbito de atención médica del CST. El Consorci ya ha experimentado con éxito la recuperación de pacientes con patologías crónicas y descompensados en los hospitales de día y la atención domiciliaria de las curas paliativas. También las unidades funcionales de pacientes crónicos, que con seguimiento domiciliario y ambulatorio pueden prevenir que se descompensen, evitando visitas a urgencias e ingresos.
"La hospitalización domiciliaria es la guinda que completa las alternativas a la hospitalización", comenta Ramírez de Arellano, que cita algunos ejemplo de pacientes candidatos a recuperarse en casa y no en el hospital. "Las personas con procesos crónicos respiratorios o cardíacos, que requieren tratamientos intravenosos de varias semanas que pueden recibir en casa. También pacientes con úlceras en las piernas debidas a dificultad arterial que requieren curas de varios días".
Después de un mes de rodaje, el dispositivo de hospitalización domiciliaria ya funciona a pleno rendimiento en el CST. Está integrado por dos doctoras de medicina interna y medicina de familia, ambas con experiencia en subagudos, patologías crónicas y en el servicio de urgencias, así como tres enfermeras con experiencia en hospitalización y también en urgencias.
En el momento del ingreso domiciliario, el equipo establece el programa de visitas en función de cada patología y del estado clínico del paciente. La medicación y el utillaje la facilita el hospital. Doctoras y enfermeras acuden al domicilio equipadas con sueros, bombas de perfusión, oxígeno, antibióticos, etc. En cada visita, el equipo realiza una valoración clínica, administra medicación, practica curas si es necesario y da instrucciones tanto al paciente como al cuidador.
La hospitalización domiciliaria tiene una dilatada trayectoria en hospitales catalanes y españoles.
Entre las ventajas del ingreso en casa respecto al convencional en el entorno hospitalario, destacan la sensación de confort que el paciente siente en su domicilio, rodeado del entorno familiar y asistido por atención especializada.
Algunos estudios médicos concluyen que la recuperación es más rápida en casa, donde disminuye el riesgo de infecciones hospitalarias, especialmente graves para pacientes de edad avanzada. La hospitalización en casa o en la residencia está especialmente indicada para este tipo de usuarios, que durante las estancias en el hospital suelen sufrir periodos de desorientación y agitación.
Además, la familia evita viajes al hospital para visitar al paciente o acompañarlo a visitas médicas.
Cuando el enfermo ha mejorado, el equipo de hospitalización domiciliaria es el encargado de darle el alta. A partir de ese momento, coordinará el seguimiento con los profesionales de atención primaria y hospitalaria.
