La candidatura municipal de Catalunya en Comú en Terrassa se enfrenta a un conflicto abierto en torno a quien se atribuye el espacio político y quien, en consecuencia, acude a las urnas el próximo mayo bajo la "marca" de los comunes. El problema ya ha hecho saltar por los aires la alianza electoral de 2015 entre Terrassa en Comú, ICV, EUiA y Podem.
En este momento dos colectivos políticos pugnan por la candidatura de Catalunya en Comú en la ciudad. Terrassa en Comú (TeC), que se reconoce como el referente de los comunes , y un grupo de inscritos de Catalunya en Comú, muchos de ellos militantes de las formaciones de izquierdas que compartieron candidatura en 2015, que llevan meses reclamando a la dirección de CatCOMU que cree en Terrassa el espacio político del que surja una candidatura unitaria.
Terrassa en Comú
Terrassa en Comú sostiene que el proceso de confluencia política culminó en 2015, cuando ICV, EUiA, Podemos y los comunes acudieron a las municipales bajo las siglas de TeC. "Las personas que lo decidieron se integraron -explica Xavi Matilla, candidato de TeC a la alcaldía de Terrassa-. La prueba es que no hemos funcionado como coalición, sino como una organización única".
Los órganos de TeC ya han decidido que la formación concurrirá bajo esas siglas a las elecciones municipales. Lo hará, aseguran, "como el referente de Catalunya en Comú en la ciudad, como así se nos reconoce", afirma Matilla.
Para los integrantes de TeC no hay duda alguna de que el suyo es el "espacio político abierto, plural y progresista" asociado al proyecto de Catalunya en Comú, en el que confluyen ya "personas que han tenido adscripción política y muchas otras que no la tienen".
Ofendidos, excluidos
En paralelo al proyecto político de TeC, las territoriales de Iniciativa per Catalunya e Izquierda Unida i Alternativa llevan meses reclamando a la dirección de Catalunya en Comú que cree en Terrassa el espacio político que permita impulsar una candidatura conjunta de la izquierda, como ocurrió en 2015 . De momento sin obtener respuesta, aseguran.
"TeC hace una lectura unilateral", comenta Manuel Pérez, destacado miembro de ICV e inscrito de CatComú. "Ni los estatutos ni ningún estamento han reconocido a TeC como referente en Terrassa", asegura. El dirigente no oculta su malestar por la falta de respuesta de la dirección de CatCOMU y por lo que considera una operación de TeC para apartar a sus socios políticos. "Nos sentimos ofendidos, excluidos. Hasta ahora hemos querido ser discretos para no alimentar polémicas, pero están renunciando a la pluralidad de las izquierdas en Terrassa".
Desde EUiA, Ivan Martos admite que su formación no entendió que en 2015 "no se nos diera el protagonismo que nos correspondía", pero el partido cree que "es el momento de sumar, de apostar por la confluencia". Hace dos semanas, la asamblea local de EUiA hacía un nuevo intento instando a ICV, Podem y a TeC a "sumar en un acuerdo de confluencia y unidad, abriendo y ampliando un espacio compartido con voluntad de mayorías".
Los ex socios de TeC se dan de plazo hasta mediados de febrero para obtener una respuesta de la dirección de Catalunya en Comú y, si la formación ignora sus peticiones, "decidiremos qué hacer, si acudimos al comité de garantías por indefensión". En Terrassa, en este momento los puentes de diálogo con TeC están rotos. "Hace tiempo que no hay vías estables de comunicación", admite Pérez.